ONU reclama protección para los migrantes en el Mediterráneo

Los migrantes africanos que intentan cruzar el Mediteráneo central padecen graves abusos y violaciones a sus derechos al partir de Libia, y rechazo o recepción bajo duras condiciones al arribar a las costas de Europa. Foto: Hannah Wallace Dowman/MSF
Los migrantes africanos que intentan cruzar el Mediteráneo central padecen graves abusos y violaciones a sus derechos al partir de Libia, y rechazo o recepción bajo duras condiciones al arribar a las costas de Europa. Foto: Hannah Wallace Dowman/MSF

La Oficina de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) pidió, este viernes 2, “acciones urgentes para abordar la terrible situación” de los migrantes africanos que tratan de cruzar el Mediterráneo, padeciendo penalidades en Libia, en el mar y cuando se les recibe en Europa.

Una misión enviada por la Acnudh constató el “ciclo de violencia” que envuelve a los migrantes, con un capítulo inicial al enfrentar “horrores inimaginables” en Libia, incluida la detención arbitraria, la tortura, la trata de personas, la violencia sexual, el trabajo forzoso y otros abusos graves.

Especialistas de la ONU en derechos humanos entrevistaron a un grupo de migrantes que llegó a Malta: 41 hombres, 22 mujeres y 13 niños, de 25 nacionalidades diferentes, muchos interceptados durante cruces marítimos anteriores.[pullquote]3[/pullquote]

Informaron que la guardia costera libia choca con los barcos que les trasladan, o les disparan, obligando a la gente a lanzarse al agua y devolverse al país africano para recomenzar el ciclo de detenciones y padecimientos, antes de intentar un nuevo cruce del mar que les separa de Malta y el sur de Italia, principalmente.

También dijeron que al menos una vez las fuerzas armadas de Malta intentaron devolver un barco de migrantes a Libia, y en otra ocasión intentaron hacer retroceder un barco con migrantes hacia la isla italiana de Lampedusa.

Algunos migrantes dijeron que los barcos comerciales no acudieron en su ayuda, mientras que otros dijeron que barcos de ese tipo los recogieron pero los enviaron de regreso a Libia, donde terminaron en centros de detención.

Para la Acnudh “si se demuestra que es cierto, se trata de graves acusaciones de falta de asistencia a las personas en peligro en el mar, y de intentos de devolución coordinados que deberían investigarse a fondo”.

Con respecto al desembarco en Malta, algunos migrantes dijeron que estuvieron detenidos durante varios meses, con hacinamiento severo y acceso limitado a luz natural, agua potable e instalaciones sanitarias, además de recibir solo un cambio de ropa desde su llegada.

“Estás preso en Libia y ahora llegas a Europa y es prisión nuevamente”, testificó uno de los migrantes.

La alta comisionada, Michelle Bachelet, dijo que “lo que les está sucediendo a los migrantes en Malta, y en otras partes de Europa, es el resultado de un fracaso del sistema de gobernanza de la migración, que no coloca los derechos humanos de los migrantes y refugiados en el centro”.

Ese sistema “ha sido durante demasiado tiempo marcado por una falta de solidaridad, que obliga a los Estados de primera línea como Malta a cargar con la mayor parte de la responsabilidad”, expuso Bachelet.

“Insto a la Unión Europea y sus Estados miembros a que se aseguren de que su Pacto sobre migración y asilo aborde estos desafíos de frente y dé como resultado un enfoque genuinamente común y basado en principios, que garantice el respeto y la protección los derechos humanos de los migrantes y refugiados”, agregó.

La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) ha criticado ese pacto adoptado por la Unión Europea en septiembre, porque reduce el sistema de asilo y “tiene en la devolución de personas a terceros países una de sus piedras angulares”.

Además estableció un sistema de clasificación de los migrantes que lleguen sin permiso o sean rescatados en el mar, y en definitiva da prioridad a la seguridad de sus fronteras exteriores.

MSF también denunció el reciente bloqueo de su buque Sea Watch 4 en la isla italiana de Sicilia, a fin de impedirle operaciones de rescate, pese a reportes de que este año unas 350 personas murieron tratando de cruzar el Mediterráneo central.

Para la organización humanitaria “la construcción de esta ‘Europa fortaleza’ continúa, cuando lo que necesitamos es una Europa más humana”.

A-E/HM

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