Banco Mundial financia recuperación verde en el Sahel

Lecho de un río seco cerca de Uagadugú, la capital de Burkina Faso, un área de tierra degradadas como las que contemplan los programas de restauración de paisajes y apoyo a la agricultura sostenible del Banco Mundial y la Unión Africana. Foto: Kay Muldooon/ONU
Lecho de un río seco cerca de Uagadugú, la capital de Burkina Faso, un área de tierra degradadas como las que contemplan los programas de restauración de paisajes y apoyo a la agricultura sostenible del Banco Mundial y la Unión Africana. Foto: Kay Muldooon/ONU

El Banco Mundial prevé invertir más de 5000 millones de dólares en los próximos cinco años en 11 países africanos, para ayudar a restaurar paisajes degradados, mejorar la productividad agrícola e impulsar medios de subsistencia en la región del Sahel, anunció su presidente, David Malpass.

La inversión “ayudará a mejorar los medios de subsistencia mientras los países se recuperan de la covid-19 y, al mismo tiempo, hacen frente a los impactos de la pérdida de biodiversidad y el cambio climático en sus habitantes y la economía”, dijo Malpass.

El anuncio lo realizó el el ejecutivo durante la cumbre One Planet, auspiciada por Francia y la Organización de las Naciones Unidas, atendida desde esta capital por ambientalistas y líderes de la política y la economía.

El financiamiento respaldará proyectos de agricultura, biodiversidad, desarrollo comunitario, seguridad alimentaria, restauración de paisajes, creación de empleos, infraestructura resiliente, movilidad rural y acceso a energías renovables en 11 países del Sahel, el lago Chad y el Cuerno de África.

El Sahel es la larga franja semiárida que cruza el centro-norte de África de oeste a este y se interpone entre el desierto del Sahara y la zona de bosques del continente.

Los 11 países a los que se dirige el nuevo financiamiento son Burkina Faso, Chad, Eritrea, Etiopía, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Sudán y Yibuti.

El fondo Progreen del Banco Mundial, que apoya esfuerzos para evitar la degradación del paisaje, agregará 14,5 millones de dólares para proyectos en Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger.

La institución multilateral indicó que apoyará los esfuerzos de la Muralla Verde, un programa lanzado en 2007 por la Unión Africana, y que involucra a 20 de sus países miembros, para reforestar y restaurar hacia 2030 unos 100 millones de hectáreas a lo largo de 8000 kilómetros del sur del Sahara y del Sahel.

Ese programa, cuyo costo se estima en 3600 millones de dólares anuales, tiene entre sus objetivos la creación de 10 millones de empleos verdes y el almacenamiento de 250 millones de toneladas de dióxido de carbono, contribuyendo a mitigar el cambio climático y la pérdida de diversidad biológica.

Al respecto, Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la Unión Africana, subrayó que “restaurar los ecosistemas naturales de las zonas áridas de África beneficia tanto a las personas como al planeta”.

En el Sahel vulnerable a la desertificación se proyecta que los aumentos de temperatura sean 1,5 veces más rápidos que el promedio mundial, 80 por ciento de las tierras agrícolas están degradadas y unos 30 millones de personas padecen inseguridad alimentaria, según estimados del BM.

El banco señaló que en los últimos ocho años sus desembolsos en los países a los que dirige sus programas en esas áreas contribuyeron a dotar de una gestión sostenible 1,6 millones de hectáreas, con beneficios para 19 millones de personas.

Junto con los problemas climáticos que han llevado a la desertificación y degradación de la tierra, los países del Sahel y sur del Sahara han padecido el acoso de plagas, pobreza estructural, guerras civiles e inseguridad por la acción de milicias rebeldes que fuerzan el desplazamiento de millones de personas.

A-E/HM

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