El cambio climático es una emergencia, dice la mayoría de la gente

Una planta de energía en la isla de Mauricio, en el océano Índico, generando gases de efecto invernadero. El PNUD espera que los resultados de su encuesta mundial ayuden a asumir compromisos frente al cambio climático este año. Foto: Stéphane Bellero/PNUD
Una planta de energía en la isla de Mauricio, en el océano Índico, generando gases de efecto invernadero. El PNUD espera que los resultados de su encuesta mundial ayuden a asumir compromisos frente al cambio climático este año. Foto: Stéphane Bellero/PNUD

Casi dos tercios de más de 1,2 millones de personas encuestadas en todo el  globo consideran al cambio climático como una emergencia mundial, lo que insta a tomar más medidas para abordar la crisis, de acuerdo con una nueva encuesta climática de la ONU revelada este miércoles 27.

Los resultados “ilustran claramente que la acción climática urgente tiene un amplio apoyo entre personas de todo el mundo, de todas las nacionalidades, edad, género y nivel educativo”, dijo Achim Steiner, administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Se trata de la encuesta climática más grande realizada hasta ahora, ya que abarcó 50 países con más de la mitad de la población mundial y 17 lenguajes, «People’s Climate Vote» (El voto de las personas sobre el clima) adelantada por el PNUD.

En América Latina y el Caribe fueron encuestados habitantes de Argentina, Belice, Brasil, Chile, Ecuador, Panamá y Trinidad y Tobago, y 63 por ciento de las personas coincidieron en que el cambio climático es una emergencia.[pullquote]3[/pullquote]

La encuesta también explica “cómo” la gente quiere que sus gobernantes y legisladores aborden la crisis climática.

“Desde la agricultura respetuosa con el clima hasta la protección de la naturaleza y la inversión en una recuperación ecológica de la covid-19, la encuesta lleva la voz de la gente al frente del debate climático”, indicó Steiner.

La encuesta preguntó a los participantes si el cambio climático era una emergencia global y si apoyaban 18 políticas climáticas clave en seis áreas de acción: economía, energía, transporte, alimentos y granjas, naturaleza y protección de las personas.

Los resultados se compartirán con legisladores y gobiernos que buscan promulgar políticas para reconstruir las economías posteriores a la covid y abordar el cambio climático, al considerar a 2021 un año crucial para compromisos en ese campo.

En noviembre de 2021 se prevé realizar en Glasgow, Reino Unido, la 26 Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, que busca estabilizar la emisión de gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento global y posibilitar un desarrollo económico sostenible.

La audiencia de 1,2 millones de personas en la encuesta incluyó a más de medio millón de menores de 18 años, un grupo clave sobre el cambio climático que normalmente no puede votar todavía en elecciones regulares.

Para llegar a la audiencia más joven, se invitó a participar a través de juegos móviles. Por ejemplo, cuando una persona jugaba “Words with Friends” o “Angry Birds”, la encuesta reemplazó la publicidad tradicional en el juego, lo que produjo una muestra enorme y aleatoria de personas de todos los géneros, educación y edades.

Los datos fueron procesados por analistas de encuestas de la británica Universidad de Oxford y reflejan a más de la mitad de la población mundial. Con un tamaño de muestra tan grande y una rica información sociodemográfica, el margen de error de los resultados es en promedio +/- dos por ciento.

Los resultados mostraron que la gente apoya políticas climáticas amplias, más allá de la situación actual, con un claro llamado a favor de más energías renovables en los países con mayores emisiones.

En países con altas emisiones por deforestación y cambio de uso de la tierra, hubo un fuerte respaldo para la conservación de bosques y tierras.

En nueve de cada 10 países con las poblaciones más urbanizadas se respaldó un mayor uso de vehículos eléctricos o bicicletas, y en siete países de altos ingresos hubo gran apoyo para que las empresas deban pagar por la contaminación.

Las cuatro políticas climáticas más populares fueron: conservación de bosques y tierras (54 por ciento de apoyo), más energía solar, eólica y renovable (53), adopción de técnicas agrícolas respetuosas con el clima (52) y más inversión en negocios ecológicos y puestos de trabajo (50 por ciento).

Las actitudes varían según el género y el país, con una creencia mucho más fuerte en la emergencia climática entre las mujeres y las niñas que entre los hombres y los niños en Australia, Canadá y Estados Unidos, y al revés en Nigeria o Vietnam, donde los hombres y los niños apoyaron más la idea de esa emergencia.

También se encontró un vínculo directo con el nivel de educación, pues hubo un reconocimiento muy alto de la emergencia entre quienes habían asistido a la universidad en todos los países, desde naciones de bajos ingresos como Bután y República Democrática del Congo, hasta países ricos como Francia y Japón.

A-E/HM

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