Se triplica el número de niños y niñas víctimas de la trata

Tres niñas de 13 y 14 años, amigas y víctimas de acoso en su escuela de Yoro, Honduras, por compañeros que hacen parte de una red para tráfico con fines de explotación sexual, un delito que se incrementa en el mundo según la Unodc. Foto: Adriana Zehbauskas/Unicef
Tres niñas de 13 y 14 años, amigas y víctimas de acoso en su escuela de Yoro, Honduras, por compañeros que hacen parte de una red para tráfico con fines de explotación sexual, un delito que se incrementa en el mundo según la Unodc. Foto: Adriana Zehbauskas/Unicef

El número de niños y niñas víctimas de la trata de personas se ha triplicado en los últimos 15 años, y el porcentaje de varones se ha multiplicado por cinco, aseguró un nuevo informe publicado este martes 2 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

Ghada Waly, directora de la ONUDD, dijo que “millones de mujeres, niños y hombres en todo el mundo están sin trabajo, sin escolarizar y sin apoyo social en la continua crisis de la covid-19, lo que los deja en mayor riesgo de trata de personas”.

Las niñas son explotadas principalmente con fines sexuales, mientras que los niños lo son para trabajos forzados, según el Informe Global sobre la Trata de Personas, divulgado en la sede en esta capital de la Unodc, las siglas en inglés por las que también se conoce al organismo.

América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayor cantidad de niñas y mujeres víctimas de la trata, que a veces incluye mendicidad, matrimonios forzados, actividades delictivas e incluso extracción de órganos.

En 2018, 148 países detectaron y denunciaron alrededor de 50 000 víctimas de trata de personas. Sin embargo, dada la naturaleza oculta de este delito, el número real de víctimas es mucho mayor, sostuvo la ONUDD.

El informe muestra que los traficantes de aprovechan de los más vulnerables, como los migrantes y las personas sin trabajo, y es probable que la recesión inducida por la pandemia covid-19 haya puesto a más personas en riesgo.

“Necesitamos acciones específicas para evitar que los traficantes criminales se aprovechen de la pandemia para explotar a los vulnerables”, planteó Waly.

Agregó que el informe, junto con la asistencia técnica que brinda la ONUDD a través de sus programas mundiales y su red de campo, busca recabar las respuestas de los gobiernos contra la trata, poner fin a la impunidad y apoyar a las víctimas como parte de los esfuerzos integrados para avanzar ante la pandemia.

Las mujeres y las niñas siguen siendo los principales objetivos de la trata de personas. De cada 10 víctimas detectadas a nivel mundial en 2018, cinco eran mujeres adultas y dos eran niñas. Alrededor de 20 por ciento eran hombres adultos y 15 por ciento niños pequeños.

En los últimos 15 años ha aumentado el número de víctimas, y su perfil ha cambiado. La proporción de mujeres adultas se redujo de más de 70 a menos de 50 por ciento en 2018, mientras que la proporción de niños ha aumentado, de alrededor de 10 a más de 30 por ciento.

En el mismo período, la proporción de hombres adultos casi se ha duplicado, pasando de 10 a 20 por ciento, según las mismas cifras de 2018.

Cinco por ciento de las víctimas fueron objeto de trata con fines de explotación sexual, 38 por ciento explotadas para trabajos forzados, seis por ciento sometidas a actividades delictivas forzadas, mientras que uno por ciento fue obligado a mendigar y en menor número a matrimonios forzados, extracción de órganos y otros fines.

Aumentan constantemente las víctimas llevadas a trabajo forzoso, en una amplia gama de sectores económicos, particularmente en aquellos en los que el trabajo se realiza en circunstancias aisladas, como la agricultura, la construcción, la pesca, la minería y el trabajo doméstico.

A nivel mundial, la mayoría de las personas procesadas y condenadas por este delito siguen siendo hombres, 64 y 62 por ciento, respectivamente.

Los delincuentes pueden ser miembros de grupos de delincuencia organizada, que trafican a la mayoría de las víctimas, pequeños grupos oportunistas o individuos que operan por su cuenta.

Los traficantes ven a sus víctimas como mercancías sin tener en cuenta la dignidad y los derechos humanos: venden a otros seres humanos por un precio que puede oscilar entre decenas de dólares y decenas de miles, y las grandes organizaciones criminales obtienen los ingresos más altos.

La investigación señala además que los traficantes han integrado la tecnología en su modelo de negocio en cada etapa del proceso, desde el reclutamiento hasta la explotación de víctimas.

Los traficantes se acercan a muchos niños en las redes sociales, quienes son un blanco fácil en su búsqueda de aceptación, atención o amistad.

La ONUDD ha identificado dos tipos de estrategias: la “caza” que involucra a un traficante que persigue activamente a una víctima, típicamente en las redes sociales; y la “pesca”, cuando los perpetradores publican anuncios de trabajo y esperan que las víctimas potenciales respondan.

En 148 países la ONUDD encontró 534 flujos de trata diferentes, aunque las víctimas suelen ser objeto de ese delito en áreas geográficamente próximas. Un ejemplo es el de niñas reclutadas en un área suburbana y explotadas en moteles o bares cercanos.

En América Latina se han detectado rutas de América del Sur a América Central, de América Central a América del Norte y del Caribe a América del Sur. La ONUDD también encontró casos de víctimas llevadas desde América del Sur al Este de Asia, Europa, el Norte de África y Oriente Medio.

A-E/HM

 

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