Asma vio el techo caer sobre sus compañeras de trabajo, Johora fue rescatada de los pelos. A Shirin, de tan solo 13 años, se le taparon los ojos y las vías respiratorias de polvo. Ya pasaron cinco años desde que la fábrica textil Rana Plaza, en Bangladesh, se derrumbó y dejó 1.134 personas muertas, la mayoría mujeres, pero hay cosas difíciles de superar.