El resultado de las elecciones en Turquía el domingo 7 acabó con la incertidumbre que dominó a la política nacional en los últimos tres meses. Por primera vez en la historia de esta república transcontinental, un partido kurdo ingresó al parlamento, donde ocupará 15 por ciento de las bancas.
La decisión del Gobierno Regional de Kurdistán (GRK) en Iraq de enviar su primer cargamento de petróleo a Europa por el puerto de Ceyhan, en el sur de Turquía, fue recibida con reacciones encontradas por las diferentes partes involucradas.
“Paz en casa, paz en el mundo”, es el lema oficial de la República de Turquía. Acuñado en 1931 por su fundador, Mustafa Kemal Atatürk, implica una relación causal, pero los hechos de esta semana en Estambul y otras ciudades del país sugieren que la causalidad también puede funcionar en orden inverso.
El gobierno de Turquía respiró aliviado cuando Abdullah Ocalan, el encarcelado presidente del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ordenó poner fin a la larga huelga de hambre que llevaban adelante 682 detenidos y nueve miembros del parlamento nacional.
Las garantías del partido Ennahda, ganador de las elecciones de Túnez, de que no obligará a las mujeres de ese país a usar el velo islámico fueron como música para los oídos de los sectores laicistas de Turquía.
La dialéctica combativa entre Turquía e Israel alcanzó nuevas proporciones y llevó el deterioro de las relaciones entre los dos exaliados a nuevas profundidades.
Luego de la exitosa presión del sábado 26 para transferir de Francia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte la conducción de la guerra aérea contra el líder libio Muammar Gadafi, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan vuelve su atención a un problema más cercano: Siria.
La voltereta de Turquía, que aceptó sumarse a la intervención de la OTAN en Libia tras negarse obstinadamente durante dos semanas a que esa alianza militar interfiriera en asuntos árabes, no hace más que debilitar la voz de Ankara en el conflicto del país norafricano.
Las revueltas en el mundo árabe ponen a prueba la política exterior de Turquía. La frágil situación de Libia tiene especialmente nerviosos al gobierno y a empresarios turcos por los miles de millones de dólares invertidos en ese país.
La prohibición en Turquía del uso del velo islámico por mujeres aspirantes a puestos académicos durante los exámenes de admisión reavivó las tensiones entre las fuerzas seculares y las religiosas en este país.
Las reuniones anuales del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) terminaron en un clima de cauta esperanza para la economía, y con una bolsa mezclada de oportunidades y desafíos para las dos instituciones.
La inauguración oficial de las reuniones anuales del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) está prevista para el próximo martes, pero las actividades políticas y la tensión ya han tomado control de la vida diaria en esta ciudad turca.
Menos de dos años después de acordada discretamente, parece haberse terminado la tregua entre el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) y las Fuerzas Armadas en Turquía.
La Asamblea Nacional de Turquía aprobó el levantamiento de la prohibición de usar el tradicional velo islámico en la universidad gracias a la alianza del gobernante Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP) y la Acción Nacionalista (AH).
El primer ministro Recep Tayyip Erdogan ofreció a Turquía un plan de "restauración nacional". Pero la rapidez con que fue olvidada la consigna demuestra que los ciudadanos son concientes de las dificultades que afrontará el país este año.
El triunfalismo en las declaraciones oficiales y los medios de prensa que acompaña cada viaje al exterior del primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se vio atenuado luego de su visita al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Los combates entre el ejército de Turquía y guerrilleros kurdos se intensificaron desde el fin de semana en la oriental provincia de Tunceli y a lo largo de la frontera de este país con el norte de Iraq, en lo que parece la antesala de una invasión.