La covid-19 ha causado al 14 de julio casi 160 000 muertes confirmadas en América Latina y el Caribe aunque, desafortunadamente, es probable que este número corresponda a una subestimación del verdadero efecto de la pandemia.
Uno de los pilares de las políticas de contención para restringir la propagación de covid-19 es alentar a las personas a #QuedarseEnCasa. El distanciamiento social, los estados de emergencia y las cuarentenas se han vuelto esenciales en la lucha por "aplanar la curva" de contagio en todo el mundo.
El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró a covid-19 como pandemia mundial. Si bien al principio la enfermedad se extendió lentamente a los países de América Latina y el Caribe, desde finales de febrero el número de casos confirmados ha aumentado rápidamente.
El brote del
coronavirus covid-19 es una nueva potencial fuente de volatilidad y una amenaza para la estabilidad macroeconómica de América Latina y el Caribe.
En los últimos meses, se han extendido protestas por toda la región latinoamericana ante las cuales han surgido numerosos intentos por explicar las causas detrás de este descontento social generalizado estando, la mayor parte de ellos, centrados en el papel de la desigualdad social o la corrupción.
La transparencia es un elemento crítico para hacer que la gobernabilidad sea más efectiva. Al hacer que la información esté disponible, crea una base para una mayor rendición de cuentas a los ciudadanos. En las últimas décadas, la transparencia ha aumentado en América Latina y el Caribe (ALC).
El desarrollo es un proceso desigual, acompañado de resultados heterogéneos entre sectores, entre regiones y entre grupos de ingresos. Dicho proceso, como fue elegantemente establecido por Albert Hirschman hace más o menos 60 años, genera tensiones frecuentes y exige la retribución de recursos y poder.
Una de las formas en que se manifiesta la desigualdad es haciendo que la localización sea una limitación para el logro socioeconómico. La igualdad de oportunidades implica que el lugar donde una persona nace o elige vivir, no debe determinar su acceso a oportunidades o la capacidad de vivir una vida decente.
La sostenibilidad es constitutiva del concepto de desarrollo. Así como el economista Amartya Sen ha argumentado que no tiene sentido discutir la relación entre desarrollo y democracia, porque la democracia es constitutiva del concepto de desarrollo, no tiene sentido tratar de separar la sostenibilidad de la noción de desarrollo en sí mismo.