Una coalición de asesores internacionales de la
Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), respaldada por el gobierno, recomendó a China que aplique controles ambientales más estrictos a sus inversiones en el exterior. De adoptarse, esto supondría una importante desviación del enfoque habitual de la potencia asiática de aplazar la aplicación de las normas del país receptor, muchas de ellas inadecuadas, para regular sus inversiones en el extranjero.