Artículos escritos por Orlando Milesi
Orlando Milesi es corresponsal de IPS en Chile desde 2015. Periodista de la Pontificia Universidad Católica de Santiago (1975), especializado en energías y en particular sobre las no convencionales. Dirigió revistas como Electricidad Interamericana -del grupo editorial Editec- Geo Información y Cadxpress, de editorial Terra. Durante su trabajo ha seguido al pie de las comunidades el impacto de grandes obras de infraestructura y proyectos energéticos en las poblaciones circundantes y en sus economías. En la Agencia Noticiosa Italiana ANSA, entre 1976 y 2011, fue director periodístico, gerente y representante legal en Chile. Se inició como reportero en 1976 en radio Chilena, del Arzobispado católico de Santiago, donde ejerció como editor y conductor de noticiarios hasta 1990.
Un millar de campesinos hicieron realidad un modelo participativo de producción que rescató saberes ancestrales sumando tecnología y conocimientos para responder a la sequía y a la erosión. Sucedió en San Nicolás, una localidad rural de unos 15 000 habitantes que se declaró como la primera comuna agroecológica de Chile.
La gigantesca reserva solar del desierto de Atacama es el ariete de la transformación emprendida por Chile para descarbonizar su matriz energética, en un país con enormes perspectivas en fuentes renovables no convencionales. Pero sus ventajas aún no aterrizan en la gente común ni alteran el modelo exportador de materias primas, plantean especialistas en el sector.
“El agua cosechada nos ha ayudado en momentos críticos y los atrapanieblas nos dieron, además, visibilidad. Hoy tenemos producción de cerveza y vienen muchos turistas”, cuenta Daniel Rojas, presidente de la Comunidad Agrícola Peña Blanca, en Chile.
”Con esto de la pandemia, la globalización no cuenta. Los campesinos somos la salvación porque nosotros producimos la comida” dijo convencida Leticia Ramírez, presidenta del Consejo Regional Campesino de la región de Coquimbo, en el norte de Chile.
Cinco semanas de protesta con más de cuatro millones de indignados en las calles han desnudado las carencias del modelo neoliberal de Chile tras una explosión social con más de 23 muertos, 220 tuertos por balines policiales, miles de heridos, detenidos, procesados y millones de dólares en daños.
Niños de los colindantes municipios de Ovalle y Río Hurtado, en el norte de Chile, reciclan aguas de lluvia y grises en sus escuelas para regar árboles frutales y hortalizas, en una iniciativa con la que quieren contrarrestar las carencias del recurso en esta región semiárida.
Activistas sociales y autoridades de Rapa Nui o la Isla de Pascua urgen a adoptar medidas para enfrentar el aumento de la temperatura del mar, la disminución de lluvias y una crecida de las marejadas que amenazan sus recursos pesqueros y sus moai, las misteriosas estatuas humanas de piedra volcánica.
Una escuela da el ejemplo en la capital de la Isla de Pascua (Rapa Nui, en lengua indígena) sobre el manejo limpio con uso de energía solar, la recuperación de agua lluvia y una huerta orgánica, además de salas y espacios construidos con materiales de desechos, en este territorio chileno de la Polinesia.
El pacto mundial de Marrakech brinda dignidad y derechos a los migrantes en toda situación y contexto, subrayaron representantes de organizaciones de América Latina y el Caribe, donde unos 30 millones viven fuera de sus países, forzados por razones económicas, sociales, de seguridad, políticas y ahora también climáticas.
Cincuenta jóvenes de 16 países latinoamericanos denunciaron crecientes abusos sexuales y discriminación por razones como las étnicas, contra la población infantil y adolescente de la región, y reclamaron mayor participación en la solución de los problemas que los aquejan, durante un encuentro en la capital chilena.
Las comunidades de la ecorregión brasileña del Semiárido, de 1,03 millones de kilómetros cuadrados, impulsan una convivencia activa con las recurrentes sequías en su agreste territorio, que ha mejorado sus vidas y ha evitado las muertes que los asolaban en el pasado.
Jóvenes y periodistas de varios países latinoamericanos aprendieron, en encuentros paralelos y en diálogos conjuntos, cómo las comunidades del Semiárido han aprendido a convivir con esa agreste ecorregión y sus sequías, que gracias a ello dejaron de causar las mortandades del pasado.
“Por tercer año consecutivo hay malas noticias” para América Latina y el Caribe, donde aumentaron las cifras del hambre y “esta afecta a 39,3 millones de personas”, 6,1 por ciento de su población, resumió con pesadumbre este miércoles 7 Julio Berdegué, representante regional de la FAO.
Jóvenes y periodistas sudamericanos tuvieron oportunidad de conocer sobre el terreno las experiencias de los habitantes de las comunidades de la ecorregión del Semiárido, para su convivencia activa con la sequía que cíclicamente afecta a la región del Nordeste de Brasil, la última de casi siete años y concluida en 2017.
Por tercer año consecutivo América del Sur retrocedió en el objetivo mundial de lograr el hambre cero en 2030, al registrar 39 millones de habitantes que viven con hambre y cinco millones de niños que sufren desnutrición.
El derecho a la tierra y al agua, así como a una educación pluricultural, son las demandas prioritarias para los líderes mapuches que trabajan con sus comunidades en la región de la Araucanía y en Santiago, la capital de Chile.
Dieciocho premios nacionales de ciencia urgieron a frenar la sobreextracción de agua en las cuatro regiones que cubre el desierto de Atacama, en el norte de Chile, porque el problema amenaza el futuro de 1,5 millones de personas.