"Fuertes juntos, amamos a Israel y confiamos en el ejército", reza uno de los numerosos carteles con leyendas similares y adornados con los colores nacionales israelíes que sobresalen en las ciudades y carreteras de todo el país, mientras este viernes fracasaba la última tregua provisional en el conflicto en Gaza.
La ya tradicional práctica israelí de etiquetar productos elaborados en sus colonias como “Hecho en Israel” genera una mayor oposición a la ocupación.
El colono judío Gadi Blumenfeld distribuye machetes a 15 trabajadores palestinos en el valle del Jordán y les enseña a sacar las espinas a las hojas de las palmeras. “Quizás me ataquen por la espalda, pero gracias a la agricultura mantenemos el área libre de terroristas”, afirma.
Otro amanecer se levanta sobre la ruta 443. Todavía no es la hora pico para más de 40.000 residentes israelíes y colonos judíos que viajan a diario entre Jerusalén y el área metropolitana de Tel Aviv, pero sí lo es para cientos de trabajadores de la construcción palestinos que viven a lo largo de una de las principales vías de tránsito de Israel.
Las débiles explosiones que oyen a lo lejos les sirven como recordatorio de que, aunque una nueva valla los protege en este pueblo, la guerra civil que desde hace dos años y medio desangra su patria no está tan lejos.
Israel procura reposicionarse como un centro de trasbordo y una vía de paso para el comercio al resto de Medio Oriente, aunque mantiene conflictos diplomáticos y políticos con muchos países de la región.
“Oh, verde Battir, madre del aire”, canta Mariam Ma’mmar en honor a su aldea cisjordana. La estación cálida, próxima a su fin, hizo que la tierra se secara en todas partes, pero no aquí, donde echa raíces una forma pacífica de resistencia contra la ocupación israelí.
Israel sigue instando a las potencias que negocian con Irán a no aceptar menos que un desmantelamiento completo del programa nuclear de ese país. Sin embargo, el primer ministro Benjamín Netanyahu se vería obligado a moderar su demanda.
“¿Israel también tiene armas químicas?”, es la pregunta que se hizo la revista Foreign Policy, sobre la base de la información revelada por un documento desclasificado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
Parado frente al rincón que improvisó en una habitación de su casa para homenajear a sus hijos muertos, Tzion Swery se dice a sí mismo: “Qué irónico que recordemos el 12 aniversario de su muerte este martes, justo cuando Israel empieza a liberar prisioneros palestinos”.
Las renovadas conversaciones de paz entre palestinos e israelíes son posibles gracias a que todas las partes involucradas en el proceso se dan cuenta de que el aislamiento diplomático constituye una amenaza estratégica para Israel.
Dos bandas de heavy metal israelíes, una integrada por árabes, Jalas (“suficiente”, en árabe), y otra por judíos, Orphaned Land (“tierra huérfana”), compartieron escenario esta semana en el Club Hangar 13 del renovado puerto de Tel Aviv, y pronto iniciarán una gira europea de 18 conciertos.
Cuando la Unión Europea (UE) comienza a deslegitimar las colonias judías en los territorios palestinos ocupados, ciudadanos israelíes partidarios de la solución de dos estados encabezan su propia campaña de boicot contra el asentamiento cisjordano de Ariel, en el que residen unas 20.000 personas.
Para Israel, lo primero que tiene que hacer Egipto, en medio de la volátil lucha por el poder y la democracia, es estabilizar sus instituciones, particularmente las Fuerzas Armadas, mantener la seguridad en la península del Sinaí y en la franja de Gaza, ambas limítrofes con el Estado judío, y preservar la paz con este último.
Buena parte del culto al vino se relaciona con la tierra de origen de sus uvas. La etiqueta dice “Producto de Israel”, pero no se deje engañar. Este Cabernet Sauvignon se elabora en territorio palestino ocupado.
Majda El Batsch tenía ocho años en junio de 1967 cuando se enteró de la Guerra de los Seis Días. “Nos sabía lo que quería decir ‘guerra’”, recuerda. Más de cuatro décadas después, esta palestina, ahora convertida en periodista, aún trata de descifrar el significado del conflicto.
En el Colegio Gymnasia Herzliya, en esta ciudad de Israel, 20 estudiantes de noveno y décimo grado desarrollan formas simples, baratas y rápidas de resolver el problema de la desnutrición.