Desde hace un tiempo resulta evidente que estamos en pleno desplazamiento histórico del centro de gravedad de la economía mundial, del área transatlántica a lo que ahora se empieza a conocer como el Indopacífico.
La Sexta Cumbre de los países BRICS, celebrada en la ciudad brasileña de Fortaleza el 15 de este mes, marca la transición cualitativa de una agrupación basada en preocupaciones compartidas, a una comunidad de intereses.
Aunque los sucesivos gobiernos desde la independencia de India en 1947 han mantenido un amplio consenso en torno a principios fundamentales de la política exterior, la nueva administración del hinduista y nacionalista Partido Bharatiya Janata (BJP, por sus siglas inglés) introducirá algunos cambios significativos.
La economía mundial rebosa de liquidez tras las sucesivas maniobras de expansión monetarias adoptadas en los últimos años por las cuatro economías más avanzadas -Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Gran Bretaña-, o Grupo de los Cuatro (G-4).
La Declaración y el Plan de Acción adoptados en Nueva Delhi en la Cuarta Cumbre de BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) el 29 de marzo, deberían haber disipado cualquier ansiedad residual en las capitales de Occidente sobre la perspectiva de que un serio foco de poder se estuviera conformando en la capital india.
Pese a la fuerte retórica sobre como el centro de gravedad de la economía mundial y, con ello, la influencia política, se ha movido de las dos orillas del Océano Atlántico hacia Asia, continúa habiendo una fuerte resistencia para reflejar ese cambio en las instituciones internacionales..
En la cumbre de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, llamados BRICS, se vieron las fortalezas y las limitaciones de ese grupo de economías emergentes, señaló el exministro de Relaciones Exteriores indio Shyam Saran.