La inversión extranjera directa (IED) quizá sea uno de los conceptos más ambiguos y menos comprendidos de la economía internacional. Existen varios mitos con respecto a su naturaleza e impacto en la acumulación de capital, el progreso tecnológico, la industrialización y el crecimiento de las economías en desarrollo.
La reestructuración de la deuda es un elemento de la gestión y la solución de las crisis y, por ello, debe tratarse en el contexto de la coyuntura económica actual y de sus vulnerabilidades.
Desde el comienzo de la crisis financiera mundial en 2008, el argumento del Centro del Sur ha sido que las respuestas políticas de la Unión Europea y de Estados Unidos padecen graves deficiencias que retrasarían la recuperación, generarían pérdidas innecesarias de ingresos y empleos, y pondrían en peligro el crecimiento y la estabilidad futura.
Hay diversas razones para creer que las fuerzas que impulsaron el crecimiento de las economías en desarrollo y emergentes desde 2009 desaparecerán a mediano plazo. Tampoco volverán las muy favorables condiciones económicas internacionales prevalecientes antes de la crisis global.
El crecimiento de las economías en desarrollo se aceleró en el nuevo milenio. Mientras en los años 80 y 90 crecieron en promedio un poco más que las economías avanzadas, desde los primeros años de este siglo hasta la crisis global la diferencia subió cinco puntos.
Estamos enfrentando renovados riesgos de inestabilidad y de disminución del ritmo de la economía antes de que se llegue a una completa recuperación de la llamada Gran Recesión. Las posibilidades de evitar tales consecuencias se están volviendo escasas, a causa de los desequilibrios y fragilidades acumulados durante varios años como resultado de políticas equivocadas en Estados Unidos y Europa que no pueden ser fácilmente canceladas.
Tal como ocurrió en episodios previos, un factor clave en el actual auge de los flujos de capital hacia las Economías en Desarrollo y Emergentes (EDE) es un drástico recorte en las tasas de interés y una rápida expansión de la liquidez en las principales Economías Avanzadas (EA), especialmente en Estados Unidos.
Gran parte de la discusión pública sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI) estuvo centrada sobre el candidato a sucesor de Dominique Strauss Kahn y el defectuoso sistema de elección de sus autoridades.
Una característica inusual de la crisis financiera global es que para los países en desarrollo (PD) la orquesta financiera parece haber recuperado el ritmo de la música. Mientras muchas economías avanzadas (EA) continúan tropezando con el aumento de la deuda, estrechez financiera y riesgos de insolvencia o deflación, el problema financiero para la mayoría de los PD es la inflación de activos, la expansión del crédito y la apreciación de sus monedas.
Una característica inusual de la crisis financiera global es que para los países en desarrollo (PD) la orquesta financiera parece haber recuperado el ritmo de la música. Mientras muchas economías avanzadas (EA) continúan tropezando con el aumento de la deuda, estrechez financiera y riesgos de insolvencia o deflación, el problema financiero para la mayoría de los PD es la inflación de activos, la expansión del crédito y la apreciación de sus monedas.
Después de una profunda y extendida contracción en la actividad económica, los políticos y los economistas parecen estar convencidos de que lo peor ha pasado.
Después de una profunda y extendida contracción en la actividad económica, los políticos y los economistas parecen estar convencidos de que lo peor ha pasado.