La covid-19 es una amenaza adicional para los pueblos originarios y evidencia la importancia de garantizarles su autonomía y autodeterminación, postuló la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, con motivo del conmemorarse el domingo 9 el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
La necesidad de conservar y proteger los bosques del mundo es clara y urgente. Las poblaciones indígenas como la kichwa, de la Amazonia, han reconocido la necesidad de tomar medidas para prevenir los terribles efectos del cambio climático, la deforestación y los impactos en las especies.
En Nepal, la
crisis de la covid-19 ha afectado de forma particularmente grave a los pueblos indígenas. Tuvimos que aprender una nueva terminología y utilizar palabras como cuarentena, autoaislamiento, desinfectante para las manos y distanciamiento interpersonal.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó al gobierno de Brasil proteger a los pueblos indígenas yanomami y ye´kuana ante el avance de la pandemia covid-19 y la incursión de miles de mineros ilegales en el norte del país.
La Organización Panamericana de Salud y la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica) acordaron intensificar la lucha contra la pandemia covid-19 en las zonas indígenas de la Amazonia.
Ahora que los gobiernos y los Estados comienzan su complejo viaje hacia la recuperación de la recesión económica causada por la pandemia de la covid-19, puede haber una amenaza mayor para los pueblos indígenas, sus tierras y recursos, alertaron con preocupación especialistas en el tema.
Maestras y maestros de comunidades indígenas vieron la necesidad de regresar a dar clases durante la pandemia ante las carencias y dificultades en el aprendizaje de sus estudiantes, que viven en una de las regiones más marginadas de México.
Los Estados de América Latina deben reconocer los derechos de los pueblos indígenas sobre sus territorios, y la criminalización de sus luchas debe detenerse, como requisitos para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados en el marco de las Naciones Unidas para 2030.
Un protocolo de
salud desarrollado por un equipo de antropólogos, médicos y líderes tribales está permitiendo a las comunidades indígenas tsimanes asentadas en el departamento del Beni, al centro-norte de Bolivia, hacer frente a la pandemia de covid-19.
JLas vulnerabilidades arrastradas desde antes de la actual pandemia, básicamente pobreza, informalidad y marginación, exponen a 55 millones de indígenas en América Latina y el Caribe a mayores riesgos ante la covid-19, alertó un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Autoridades de al menos 12 países de Asia han reprimido la libertad de expresión y de debate sobre el tema de la pandemia covid-19, expresó con alarma la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Eran adolescentes cuando fueron víctimas de reiterada violencia sexual en dos remotos poblados de las altiplanicies andinas, durante el conflicto armado interno que vivió Perú entre 1980 y 2000. Más de tres décadas después, siguen a la espera de justicia y sobreviven con hondas secuelas en su salud mental.
La pandemia desatada por el nuevo coronavirus se sumó ya a la precaria situación en que sobreviven miles de indígenas venezolanos desplazados y refugiados en el norte de Brasil, de acuerdo con el seguimiento sobre el terreno de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Comunidades indígenas de América Latina que se han visto obligadas a dejar sus hogares, carecen de servicios básicos de saneamiento y salud, y están en una situación muy vulnerable frente al coronavirus, advirtió la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
El nuevo coronavirus llegó al extremo noroeste de Brasil, en la Amazonia profunda, sonando la alarma de su arribo a comunidades donde viven numerosos indígenas, en un temor común en los países latinoamericanos.
La jueza primera de Distrito Grisell Rodríguez Febles, del estado de Campeche, en el sureste de México, ordenó suspender de forma definitiva los trabajos del proyecto del Tren Maya en el territorio de Calakmul, tras un juicio de amparo interpuesto por los pueblos maya y ch’ol.
Sergio Sevilla nació en Milpa Alta, en Ciudad de México y su lengua materna es el náhuatl. A pesar de la discriminación que enfrentó por hablar una lengua indígena, decidió utilizar estos conocimientos para difundirla y dar a conocer su cosmovisión y cultura.