El ya aprobado Pacto Mundial para una Migración, Segura, Ordenada y Regular sigue generando controversia. Evans Tekenge Manuika, jefe de Todos por la Integración de Migrantes en Marruecos, conversó con IPS y alertó sobre que el documento será letra muerta si no se logra la paz en África.
Susana Raffalli llora. Se permite llorar. Admite que la realidad venezolana la vence muy frecuentemente. Ver casos terribles de desnutrición, niños en los huesos, que ven su futuro comprometido o mueren porque simplemente no tienen fuerza para respirar, le cala en el alma. Ver a un niño de siete años con la talla de un niño de cinco y saber que estará afectado de por vida, la destroza.
En las sillas de las carriolas, como se llaman en México a los cochecitos infantiles, va una niña o un niño, pero también mochilas, algún juguete, cobijas, colchonetas y un poco de comida para el camino. Los carros y sillas para niños ya van destartalados, algunos han aguantado el viaje desde América Central.
El éxodo iniciado el 13 de octubre por miles de migrantes hondureños en búsqueda del sueño americano, es un reflejo del fracaso de las elites hondureñas, sostienen analistas consultados por IPS al afirmar que lejos de apostar a oportunidades de cambio, “más bien cierran los espacios para que estos no se produzcan”.
Es una kilométrica culebra humana que recorre las carreteras de Chiapas, el estado más sureño del país. Se mueve rápido, pese a que un tercio de sus filas está integrado por niños y ha logrado evadir todos los obstáculos que han puesto los gobiernos de Honduras, Guatemala y ahora México, que presionados por Estados Unidos, tratan en vano detenerla.
Venden si los tienen y lo logran, así sea a precios irrisorios, la vivienda, el auto, la motocicleta, enseres, ropas y adornos, reúnen unos pocos dólares, toman un autobús y, en muchos casos, por primera vez viajan fuera de su país: son los migrantes que por cientos de miles huyen de Venezuela.
Arabia Saudita, acusada de bombardear sin piedad objetivos civiles en el atribulado Yemen y de amenazar con ejecutar a defensores de derechos humanos, es cada vez más conocido por ser un paria dentro de la ONU.
Mohammad es huérfano desde hace un año, cuando soldados de Myanmar (Birmania) mataron a sus padres. El niño de 12 años es uno de los 500.000 menores rohinyás sobrevivientes y testigos de lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llama genocidio.
Ni siquiera las visitas del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, y del presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, a Bangladesh pudieron resolver la mayor crisis de refugiados del mundo.
Nunca fue tan urgente como ahora atender la implacable guerra en Yemen, pues ese país de Medio Oriente quedó “al borde del abismo”, y las últimas iniciativas para contrarrestar la situación han dejado muchas lecciones que aprender.
La población de Yemen apenas sobrevive en la peor crisis humanitaria del mundo en la península arábiga. Además, las fuerzas gubernamentales y los rebeldes ejercen una enorme presión sobre los principales puertos impidiendo el ingreso de suministros vitales para 22 millones de personas.
Por lo menos 2,5 millones de personas cayeron en manos de redes de traficantes en 2016, las que recaudaron entre 5.500 millones y 7.000 millones de dólares, concluyó el último estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), con sede en Viena.
Los conflictos han desarraigado a millones de personas en varios países africanos, las que se encuentran en situaciones de gran vulnerabilidad, y llevó a una organización de derechos humanos a reclamar que no se las olvide.
Reham Qudaih se despierta todas las noches con la misma pesadilla: su padre echado en el piso en un baño de sangre tras recibir un disparo. La adolescente de 14 años vive en la Franja de Gaza y sufre pesadillas constantes desde el ataque de Israel contra ese territorio palestino en 2014.
Fares al Badwan llegó a Buenos Aires solo, desde Siria, en 2011. Tenía 17 años y acababa de estallar el sangriento conflicto armado en su país. Desde entonces consiguió traer a toda su familia y hoy ya no se imagina viviendo lejos de Argentina. “Me gusta cómo es la gente acá. Nadie te hace sentir extranjero”, dice.
La comunidad internacional se comprometió a reunir 2.000 millones de dólares para la tan necesaria asistencia humanitaria que le urge al atribulado Yemen.
Hace seis meses, el 18 de septiembre de 2017, el huracán María de categoría 5 azotó a Dominica y causó un desastre inimaginable. Treinta y un personas murieron, otras treinta y tres siguen desaparecidas. Carreteras, puentes, escuelas, hospitales y más del 40 por ciento de las viviendas quedaron destruidas o severamente dañadas.