JORDANIA: Activistas boicotean vínculos con Israel

Jordania e Israel firmaron hace seis años un tratado de paz, pero las relaciones bilaterales aún están lejos de regularizarse, en parte por esfuerzos de los activistas de la Comisión de Lucha contra la Normalización (CLN) jordana.

En 1994, cuando el acuerdo fue suscrito en Wadi Araba por el rey jordano Hussein y el primer ministro israelí Yitzhak Rabin, se aseguró que comenzaría un período de convivencia pacífica entre vecinos, y no una «paz fría» como la que había existido entre Egipto e Israel tras firmar la paz en 1979.

La CLN fue creada en 1995 para que ese objetivo no se alcanzara.

«El objetivo de la comisión es proteger a Jordania de las consecuencias del tratado de paz y evitar que otros países de la región realicen acuerdos con Israel como el de 1994, que quizá sea anulado por falta de apoyo popular», dijo Ali Abu Sukkar, presidente de la CLN y secretario general de la Asociación de Ingenieros de Jordania.

Sin embargo, la actividad de la organización contra las «consecuencias del tratado de paz» tampoco la ha hecho muy popular.

A comienzos de este año, la CLN divulgó una lista de 69 compañías e individuos que mantenían vínculos con Israel, de escasa relevancia en algunos casos. Esa lista incluyó detalles sobre las relaciones «de normalización con la entidad sionista» de las personas y firmas mencionadas.

Iraq y Siria anunciaron que boicotearían las actividades de todos los incluidos en la lista, dos personas mencionadas en ella afirmaron que habían recibido amenazas de muerte, y otras fueron expulsadas de sindicatos que integraban debido a las acusaciones de la CLN.

Desde entonces, el riesgo de ser incluido en la lista inquieta a muchos jordanos, incluyendo a ministros y funcionarios del Poder Judicial.

Observadores políticos afirman que la campaña es peligrosa, difamatoria y similar a las tácticas empleadas en Estados Unidos contra presuntos comunistas por el senador Joseph McCarthy, a comienzos de los años 50.

Algunos integrantes de la CLN dicen que «normalización» significa adoptar «el punto de vista israelí y presentar a Israel como un país amistoso». Abu Sukkar alega que incluso hablar con un israelí puede ser considerado «normalización». Sea como fuere, la CLN parece considerarse el único juez en la materia.

La comisión es respaldada por las 14 asociaciones profesionales del país, cuyos estatutos prohíben la «normalización», y ningún profesional puede trabajar en Jordania sin estar afiliado a la asociación que le corresponde.

La divulgación de la lista coincidió con el último levantamiento palestino contra Israel y el aumento de los sentimientos hostiles al tratado de paz con Israel entre los jordanos, 60 por ciento de los cuales son de origen palestino y tienen familiares en territorios palestinos.

Pocos días después de la divulgación del documento de la CLN, titulado «Resistencia», la policía jordana arrestó a siete integrantes de esa comisión, bajo la acusación de realizar actividades ilegales que amenazaban la seguridad nacional.

Abu Sukkar también fue arrestado y encarcelado, bajo la acusación de poseer artefactos eléctricos ilegales que podían ser empleados para fabricar bombas.

En ese momento, el gobierno fue criticado por el súbito endurecimiento de su actitud hacia la CLN, y circuló el rumor de que los cargos contra Abu Sukkar eran fraguados. El presidente de la comisión fue liberado un mes después, tras pagar una fianza de 83.000 dólares.

«La mayor parte de los jordanos son hostiles a Israel. Yo no participaría en un proyecto conjunto con israelíes mientras los palestinos son blanco de disparos en Cisjordania», comentó Rami Khoury, autor de una columna semanal en el periódico Jordan Times, cuyo nombre fue incluido en la lista de la ALN.

«Sin embargo, esta gente (los integrantes de la CLN) saca partido de la situación, y monta sobre la ola de resentimiento contra Israel para alcanzar sus propios objetivos políticos», apuntó.

Los miembros de la CLN son «un grupo de personas que nunca tuvieron éxito en la política y juegan su última carta para atraer a algunos seguidores», opinó..

La posición de la comisión puede ser considerada válida, pero sus tácticas son inaceptables y violan el derecho al trabajo que deben poseer todas las personas, con independencia de sus opiniones políticas, añadió.

Abu Sukkar arguye que todos los jordanos tienen derecho a saber quiénes hacen negocios con «sionistas».

Los críticos de la CLN han señalado que esa organización debería divulgar una lista completa de quienes mantienen vínculos con Israel, incluyendo al rey jordano Abdullah II, si fuera seria y coherente con la ideología que pregona.

«En Jordania, la 'normalización' es como las relaciones sexuales, que son practicadas por la mayor parte de la gente aunque nadie hable de ellas», comentó un hombre de negocios. (FIN/IPS/tra-eng/kg/mn/mp/ip hd/01

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