VENEZUELA: 150 años sin esclavitud, pero con racismo

Formas de racismo perviven en Venezuela 150 años después de abolida la esclavitud, según la Red de Organizaciones Afrovenezolanas, que pide cambiar la Constitución de 1999 para valorar el aporte de la negritud a este país.

El 24 de marzo de 1854, el entonces presidente, general José Gregorio Monagas, promulgó la ley que abolió la esclavitud en Venezuela. La medida benefició aproximadamente a 25.000 personas, tres por ciento de la población de la época.

El Estado venezolano de entonces dispuso indemnizar a los antiguos amos con 200 pesos por cada ex esclavo y emitió papeles de deuda que no pudieron cobrarse porque poco después estalló una guerra civil (1859-1864). La emisión total, de cinco millones de pesos, excedía el presupuesto anual de la época, de unos tres millones.

La efemérides del 24 de marzo fue celebrada por años en las escuelas de Venezuela y se presentó a Monagas como un liberador ”cuando simplemente recogió o convalidó la disolución de los vínculos de sumisión del negro a su amo, ya cristalizada en la realidad”, apuntó el historiador Federico Brito.

La población de esclavos se había reducido mediante leyes de manumisión aprobadas por los congresos que sancionaron la independencia de la corona española, en el período 1820-1830, principalmente como tributo a la participación de miles de combatientes negros y mulatos en el bando independentista.

El Estado ”más bien debió haber indemnizado a los afectados, los negros que habían sido esclavos, y ahora buscamos desromantizar esa historia, que no ayudó a la condición en que quedamos sus descendientes”, dijo a IPS Jorge Guerrero, coordinador de la Red.

Jesús García, de la Fundación Afroamérica, dijo a IPS que con motivo del aniversario realizarán actividades para promover ”una visión crítica del pasado, la superación de las barreras del presente y la construcción de un futuro con equidad”.

La enmienda constitucional que proponen busca ”un reconocimiento de este sector desde el punto de vista social, cultural, político y religioso, que supere el hecho de que históricamente hemos sido ciudadanos de segunda categoría”, dijo García.

La Constitución de 1999, que estableció a Venezuela como ”república bolivariana”, destaca el aporte a la conformación de la nación de Simón Bolívar, los demás próceres de la independencia y la resistencia de los pueblos indígenas.

Pero ”no recogió el aporte de la negritud, y éramos unos 400.000 entre el millón de habitantes que tenía el país cuando fuimos a la independencia”, dijo García.

Estudiosos en ciencias sociales coinciden en la dificultad de cuantificar a los descendientes de africanos en la Venezuela actual, debido al intenso proceso de mestizaje de su población, ”aunque el discurso del mestizaje escamotea una situación de prejuicios raciales”, según dijo a IPS el cineasta Oscar Lucien.

Una de las demandas de la Red es que en la ley de censos se incluyan preguntas que permitan apuntalar a las comunidades con mayor número de afrodescendientes, la mayor parte de las cuales se localizan en el litoral caribeño y en algunas barriadas populares de Caracas, Maracaibo (oeste) y el eje urbano de Maracay-Valencia, cerca de la capital.

Aunque los negros de Venezuela ”no son una fuerte presencia diferenciada, como en Brasil o Cuba, hay una manera de ser campesino, pueblerino, de vitalidad, de coraje de las mujeres, de la cadencia corporal, de igualitarismo democrático y de persistencia de creencias mágico-religiosas, que son inconfundiblemente aportes suyos”, observó a IPS el escritor Alfredo Chacón, ya retirado como catedrático de Antropología.

Los consultados coinciden en que perviven manifestaciones de racismo. ”Se da en la forma como persiste la pobreza: todo lo que sea oscuro tirando a negro se relaciona con valores negativos y con la pobreza, y en esa condición vive la mayoría de la población”, dijo Chacón.

Estudios realizados por el psicólogo Freddy González en colegios públicos y privados del estado de Aragua (60 kilómetros al oeste de Caracas) mostraron que ”la discriminación se ejerce de forma indirecta, a través de descalificación, exclusión, restricción y preferencia”.

Como ejemplo, González observó que entre maestros y alumnos ”hay conductas externas, de expresión facial, miradas, posturas, intercambio verbal, ubicación en el aula y sobrenombres que indican discriminación hacia los afrovenezolanos”.

La discriminación se observa, según uno de esos estudios de González, ”en quienes reciben los cumplidos, quienes son elegidos como principales en los actos culturales y hasta en la elección de la reina del colegio”.

El pasado enero visitó Venezuela una delegación de la organización estadounidense TransAfrica Forum, encabezada por el actor Danny Glover (de los filmes ”Arma mortal” y ”El color púrpura”), y tras visitar distintas comunidades y reunirse con portavoces del gobierno y de la oposición advirtieron sobre la persistencia del racismo.

”No se dejen engañar por la idea de que no hay racismo en Venezuela. Nos han dado tanta atención a nosotros que me pregunto: ¿Con qué frecuencia los afrovenezolanos salen en la prensa?”, inquirió a periodistas el presidente de TransAfrica, Bill Fletcher.

Un caso notorio fue una parodia que la televisora privada de noticias Globovisión, fuertemente alineada con la oposición, hizo en un programa satírico sobre el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, cuando éste participaba a fines de febrero en Caracas en la cumbre de mandatarios del Grupo de los 15, de cooperación Sur-Sur.

A imágenes de Mugabe, que parecía dormitar mientras hablaba su anfitrión, el presidente Hugo Chávez, la parodia superpuso sonidos de ronquidos y grititos de simio, seguidos por las risas a mandíbula batiente de los presentadores del programa.

Los embajadores africanos acreditados en Venezuela —de Argelia, Egipto, Libia, la República Saharawi, Nigeria y Sudáfrica— publicaron una carta de protesta contra Globovisión, ”a cuyos televidentes se les ha servido un espectáculo indecente, repleto de efectos groseros y gestos de indudable contenido racista”.

La gerencia de la estación televisora se excusó con el argumento de que los embajadores africanos ”no entienden el sentido del humor” de los venezolanos.

Guerrero dijo que la red impulsará, junto con la enmienda constitucional, nuevas leyes que penalicen el racismo y combatan la impunidad en ese terreno.

García remarcó: ”Estamos dentro del plan de lucha contra el racismo adoptado en 2001 por las Naciones Unidas, y este sesquicentenario coincide con la proclamación que ha hecho la Unesco del 2004 como año de celebración contra la práctica de la esclavitud, que se prolongó por cinco siglos”. (

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