Adriano Pires

Parte del Astillero Atlántico Sur, el mayor de los instalados en el Puerto de Suape, en el estado de Pernambuco, en el nordeste de Brasil, donde ya se construyeron buques petroleros, después de un lento arranque que amenazó con poner fin al proyecto. Crédito: Mario Osava/IPS

Crisis en Brasil arruina infraestructura en construcción

Además de desequilibrios macroeconómicos, como la caída del producto interno y las altas tasas de inflación y déficit público, Brasil soporta pesadas pérdidas por la paralización de muchos proyectos petroleros y logísticos.

El río Pinheiros, que atraviesa São Paulo, totalmente contaminado, a su paso por barrio de lujosas residencias y oficinas. La contaminación destruyó muchos manantiales de la metrópoli brasileña y contribuye ahora a las penurias en su suministro de agua. Crédito: Rafael Neddermeyer/Fotos Públicas

A la economía brasileña le llueven las tormentas

Los escándalos de corrupción suelen tener consecuencias más políticas que económicas, pero el de la empresa petrolera Petrobras parece tener un impacto inverso, sacudiendo a un Brasil ya atormentado por una crisis macroeconómica, hídrica y energética.