El cambio climático está transformando el mundo que conocemos y queremos. Nuestras tierras, viviendas y alimentos están en riesgo. Con cerca de 1.000 millones de personas que viven en la pobreza, es la mayor amenaza para la lucha contra el hambre.
La cantidad de personas desplazadas en el mundo alcanzó su máximo histórico, por lo que la migración se transformó en sinónimo de crisis humanitaria.
Las cifras de reducción de la mortalidad infantil en América Latina son puestas como un ejemplo por organismos internacionales y la región cumplió ya con el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de disminuir en dos terceras partes este flagelo.
En el último medio siglo, los estilos de vida cambiaron radicalmente. La esperanza de vida aumentó casi por doquier, pero vino acompañada de un incremento de las llamadas enfermedades no transmisibles (como las cardiovasculares, las respiratorias, el cáncer o la diabetes), que cada vez provocan más muertes en todo el mundo.
¿Cómo podemos brindarles alimentos sanos a todos, sin poner en peligro la supervivencia de nuestro planeta? Ese es el asunto primordial de la Exposición Internacional de 2015 (Expo 2015), cuyo tema central, “Alimentar el planeta, energía para la vida”, es un enorme reto para las ciudades.
Una exitosa iniciativa que brinda desayunos y meriendas con sabores andinos a 140.000 estudiantes en La Paz, dio origen a una nueva ley destinada a impulsar una alimentación sana y propia de la cultura local en las escuelas de Bolivia, y así combatir la malnutrición y favorecer la soberanía alimentaria.
Con la entrada en vigor de una norma que prácticamente prohíbe las grasas “trans” en los alimentos industriales, Argentina comienza 2015 con buenos augurios de salud para su población. Ahora el desafío es que el sector incorpore las nuevas reglas, en un proceso de adaptación que comenzó hace seis años.
La gran frecuencia y magnitud de la variabilidad climática con el aumento de la temperatura global y su consecuente alteración del régimen de lluvias están modificando la geografía de los cultivos y producción de alimentos en los trópicos, se alertó durante la cumbre climática en la capital peruana.
“Queremos alimentos sanos, queremos producir según nuestras tradiciones”, demandaron productores y activistas durante un foro internacional de especialistas sobre agricultura y ambiente en esta ciudad del sur de Italia.
Con avances en la inclusión política y el renacimiento cultural de los pueblos indígenas en una Bolivia diversa, pero con temas cruciales pendientes de resolución como la pobreza y el respeto a territorios, Evo Morales llega como indiscutido favorito a ganar su tercera elección consecutiva, el domingo 12.
“Podemos ser la última generación de latinoamericanos y caribeños en convivir con el hambre”, sentenció Raúl Benítez, representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Se suele decir que las buenas noticias interesan menos al público que las malas, y que por ello en los medios de comunicación abundan informaciones sobre desgracias y catástrofes, humanas o naturales.
Panamá es el primer país de América Latina en convertir el combate a la llamada hambre oculta en una estrategia nacional, con un plan destinado a eliminar el déficit de micronutrientes en la población más vulnerable, mediante la biofortificación de los alimentos.
Miles de mujeres rurales de Chile que trabajan como temporeras en la agricultura para la exportación, son foco de pobreza y desigualdad y de la desprotección laboral, pese a que su labor genera ganancias multimillonarias a la industria local.
España asiste a un renacer del cáñamo, una variedad de la especie herbácea Cannabis sativa con bajo contenido psicoactivo y materia prima milenaria de innumerables productos alimenticios, textiles y medicinales.
Se aproxima el plazo de 2015 para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), pero la pobreza todavía afecta a una de cada siete personas, y una de cada ocho aún se va a la cama con hambre.
América Latina está en la lista de regiones del mundo que sufren el “hambre oculta”, por la deficiencia de micronutrientes que evitan la anemia, la ceguera, las enfermedades inmunológicas y el retardo en el desarrollo.