En las elecciones presidenciales de Colombia ganó la derecha, agrupada como nunca en todos sus matices para enfrentar al izquierdista Gustavo Petro, en lo que representa una nueva derrota para el acuerdo de paz con las FARC.
Colombia, dividida por la mitad, baraja de nuevo después que el plebiscito para refrendar el acuerdo de paz fracasó, mientras el presidente Juan Manuel Santos puntualizó que el cese al fuego se mantendrá al igual que la búsqueda de la paz, y las FARC reiteraron que seguirán usando como única arma la palabra.
“No fue posible” firmar el Acuerdo Final con la guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), oficializó desde La Habana la noche del 23 de marzo el jefe negociador del gobierno colombiano, Humberto de la Calle.
En el cubrimiento de la guerra colombiana -de origen social, pero cruzada por el narcotráfico y financiada por él-, se aprende que una “ruta de la droga” es una cadena de funcionarios corruptos, civiles o uniformados, que permiten pasar narcóticos por puestos de control o territorios que están bajo su responsabilidad.
En Colombia crece la sensación de que el proceso de paz con la guerrilla comunista FARC está cerca de terminar. La expresión puede ser para bien o para mal, como anota el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle.
Tres avances inéditos en seis días en la negociación que el gobierno colombiano y la guerrilla comunista FARC adelantan hace casi dos años en La Habana, mientras continúa la guerra surgida en 1946.
Los colombianos deciden este domingo 15 si continuar la guerra contrainsurgente de 50 años, o persistir en el intento de una negociación política para ponerle fin y que permita que los niños que están naciendo en 2014 conozcan lo que sus padres y abuelos no vivieron: un país en paz.
Las encuestas en Colombia vaticinan que ninguno de los cinco candidatos obtendrá más de la mitad de los sufragios en las elecciones presidenciales de este domingo 25, así que es probable que el próximo gobernante se decida en la segunda vuelta, el 15 de junio.
Luego de 12 días de movilización nacional, la Cumbre Agraria, Étnica y Popular de Colombia consiguió sus primeras reivindicaciones en la negociación con el gobierno para levantar el paro que inició el 28 de abril.
El Plan de Acción Laboral (PAL) que Colombia adoptó hace tres años para proteger los derechos sindicales en el marco de un acuerdo comercial con Estados Unidos ha tenido resultados insuficientes.
Fue en julio de 2004 cuando el jefe paramilitar Salvatore Mancuso, en proceso de desmovilizarse, reconoció ante el parlamento de Colombia que esa fuerza de extrema derecha controlaba 35 por ciento de los escaños. Diez años después la proporción se asemeja: el nuevo Congreso legislativo sería paramilitar casi en una tercera parte.