La pesada carga de la pandemia covid-19 amenaza con interrumpir la lucha que se sostiene en América Latina y el Caribe contra otras enfermedades, transmisibles o no, advirtió la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la dominiquesa Carissa Etienne.
En Rusia, uno de los países con mayor epidemia de VIH/sida del mundo, su frágil sistema de salud se está quebrando bajo la presión de tener que lidiar con el combate a la covid-19 y ya ha relegado a un peligroso segundo plano la atención a las personas con inmunodeficiencia adquirida.
La perturbación en los servicios de salud en medio de la pandemia covid-19 afecta los tratamientos a pacientes con sida, con riesgo en África para la vida de cientos de miles de personas, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una semana más, seguimos confinados en casa. El virus SARS-CoV-2, al que coloquialmente llamamos coronavirus, agente causante de la covid-19, ha generado un terremoto social que muchos de nosotros jamás habíamos vivido.
Se calcula que en 2013 nacieron 240.000 niños y niñas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), un dato mucho más alentador que el de 2009, cuando 400.000 bebés dieron positivo a la infección, pero sigue lejos de la meta de 40.000 nacidos seropositivos para 2015.
La diarrea acuosa aguda es uno de los principales motivos de muerte durante la primera infancia en Kenia, pero por desconocimiento muchos padres no utilizan en forma adecuada el vital tratamiento del suero, lo que amenaza con revertir los logros alcanzados por el país en materia de salud pediátrica.
Cuando Shola tenía 13 años, hace dos, lo echaron de su casa en Abeokuta, en el sudoeste de Nigeria, después de que su familia se enteró que el análisis de VIH le había dado positivo. Entonces vivía con su padre, la esposa de este y sus siete hijos.
El VIH/sida planteó un enorme desafío para la ciencia al cobrarse la vida de millones de personas en África en las últimas tres décadas. Pero los especialistas ahora creen haber hallado la fórmula mágica para poner fin en 15 años más a la epidemia como amenaza a la salud pública.
Venezuela se apresta a sancionar una nueva ley contra la discriminación a personas con VIH/sida, mientras cada año la epidemia deja casi 4.000 muertes y más de 11.000 nuevos infectados en el país, en su mayoría jóvenes y, cada vez más, mujeres.
La 20 Conferencia Internacional sobre el Sida concluyó este viernes 25 en Australia como la primera en su historia que no solo recordó a los 39 millones de personas que murieron por la enfermedad, sino también a las víctimas del vuelo de Malaysia Airlines derribado en Ucrania con seis de los conferencistas a bordo.
Durante meses, Nonkululeko Msibi quedaba sin voz cada vez que quería darle la noticia a su esposo. Se enteró de que tenía VIH a los 16 años, cuando dio a luz a su primera hija en el Hospital del Gobierno, en esta capital de Swazilandia.
En medio de una crisis en el sector de la salud en Kenia, los especialistas discuten si conviene implementar la nueva opción B+ para evitar la transmisión materno-infantil del VIH a escala nacional o solo un plan piloto en centros de salud con muchos pacientes, como los hospitales de referencia.
Con lágrimas en sus mejillas, la joven Zainab Salifu hacía fila en la unidad de atención de fiebres en el Hospital Universitario de Tamale, en el norte de Ghana. Más temprano, había recibido un diagnóstico positivo de VIH.
A comienzos de enero de 2008, durante la violencia que azotó a Kenia luego de unas disputadas elecciones generales, un hombre golpeó la puerta de la casa de Lucia Wakonyo, en el tugurio capitalino de Mathare.
En el centro de salud de la comunidad de Cocody-Anono, en el sudeste de la capital económica de Costa de Marfil, Abiyán, Bertine Bahi* asiste a un curso para prevenir la transmisión de VIH de madre a hijo.