La balinesa Porter Ngengh Tike pasa ocho horas al día con un gran cesto de bambú en la cabeza entregando frutas y verduras a los vendedores del gran mercado tradicional de Pasar Badung, en esta isla de Indonesia. El agotador trabajo le deja poco tiempo y dinero para ocuparse de su salud.
Al conmemorarse el sábado 11 el Día Mundial de la Población, la ONU se encuentra enfrascada en una batalla prácticamente perdida contra las emergencias humanitarias causadas por los conflictos armados, que alejan a millones de personas de sus hogares y las convierten en refugiadas.
Hace 70 años, cuando se fundó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), todos sus miembros reafirmaron su fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana, así como en los derechos de hombres y mujeres y de los países grandes y pequeños.
La agenda de desarrollo post-2015 de la ONU es considerada el esfuerzo de mayor alcance y más integral que haya realizado el foro mundial en este ámbito.
“Mi prima era una muy buena y distinguida alumna. Terminó la secundaria con excelentes notas y se inscribió en la universidad. Pero al mes, sus padres la obligaron a abandonar los estudios y le quemaron todos sus libros y otros materiales. Entonces se prendió fuego”.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) continúa las negociaciones para establecer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que marcarán la agenda humana posterior a 2015, mientras expertos en población esperan que la salud sexual y reproductiva ocupe un lugar importante en la lista final.
La ONU está concentrada en consolidar la agenda de desarrollo posterior a 2015, pero aspectos como la salud sexual y reproductiva y otros vinculados a la paridad de género ponen piedras al consenso necesario sobre cómo avanzar.
Imagine un orfanato de 300 niños abandonados por haber sido fruto de violaciones sexuales. Ahora imagine una aldea donde solo en el último año fueron violados 11 bebés de entre seis meses y un año y 59 infantes de entre uno y tres años.
Las fallas del sistema educativo de América Latina y el Caribe crean desigualdades que siguen alejando a gran parte de la población joven de los empleos dignos y de una sexualidad segura.
La Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe evaluará a partir de este lunes 12 en Montevideo los éxitos y fracasos de una amplia gama de temas de género, como salud reproductiva, violencia sexual, derechos femeninos, mortalidad materna y el avance del VIH/sida.
Cada tres años desde 2007, una organización internacional de cabildeo llamada Women Deliver convoca a una conferencia mundial para hablar sobre asuntos relativos a la salud y el bienestar de mujeres y niñas.