Las comunidades locales cercanas a la mina de cobre Panguna han dado un paso decisivo en su larga lucha para que la transnacional minera Rio Tinto se responsabilice por presuntas violaciones ambientales y de derechos humanos durante sus operaciones en el yacimiento, que dieron pie a un cruento conflicto armado.
Las islas del Pacífico evocan imágenes de palmeras y playas vírgenes. Pero tras las guerras civiles y disturbios sucedidos a partir de los años 80, los expertos coinciden en que la región no puede darse el lujo de ser complaciente ante el futuro, a pesar de la última década de relativa paz y estabilidad.
Un extenso y sinuoso camino conduce desde Arawa, otrora la capital de Bougainville, una región autónoma de Papúa Nueva Guinea (PNG), a través de una selva impenetrable hacia las alturas de la cordillera del Príncipe Heredero, en el centro de la isla.
Trece años después del acuerdo de paz que puso fin a una guerra civil de una década en Bougainville, una región insular autónoma de 300.000 personas ubicadas al este de Papúa Nueva Guinea (PNG) continental, el trauma y el dolor no abandonan a las familias de aquellos que continúan desaparecidos.