La situación de la covid-19 en el estado de Amazonas, noroeste de Brasil, ya no es tan crítica como al despuntar febrero, pero sigue siendo frágil, advirtió este lunes 22 la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) , que actúa en la región.
Los retrocesos en la normativa
ambiental están en pleno apogeo en Brasil y las nuevas medidas de flexibilización legal han aumentado con la pandemia de
covid-19, advierte un estudio publicado recientemente en la
revista Biological Conservation.
El encarcelamiento del diputado Daniel Silveira, un agresivo adepto al presidente Jair Bolsonaro, desató una nueva crisis en Brasil, una situación muy frecuente en Brasil desde que los militares proclamaron la república en 1889 y asumieron un protagonismo político, unas veces ostensible y otro o camuflado.
Cuatro de cada 10 venezolanos migrantes o refugiados en naciones vecinas fueron desalojados de las viviendas que ocupaban durante la pandemia covid-19, y otros tantos están en riesgo de perder su hogar en los países de acogida, mostró un estudio conducido por agencias especializadas de las Naciones Unidas.
La búsqueda desesperada por las vacunas anticovid atropelló los dogmas internacionales del gobierno de Brasil y castiga las opciones que adoptó el país en relación a la industria farmacéutica en las últimas décadas.
El escenario tan temido por organizaciones ambientalistas y académicos se ha materializado en América Latina y el Caribe, pues los efectos de la pandemia de coronavirus han relegado la lucha climática en la región.
La inestabilidad de las lluvias que irrigan las vastas plantaciones de soja de Brasil ha provocado una carrera por el mejoramiento genético de las semillas. Sin esperanza de detener el cambio climático y la deforestación, identificadas al menos como parte de las causas de la sequía por los investigadores, los productores comenzaron a ver la tecnología como una de las últimas formas de evitar más pérdidas.
Los impactos humanos sobre los remanentes de la Mata Atlántica han provocado pérdidas de hasta 42 por ciento de su
biodiversidad y sus reservas de carbono, elementos esenciales para la conservación de la vida y la regulación del clima, halló un nuevo estudio.
En la región de la Mata Atlántica, al sureste de Brasil, se desarrolla la siembra de 200 000 árboles, combinando razones conservacionistas con honras a la memoria de las víctimas de la pandemia covid-19, resaltó este martes 19 un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Manaus, la capital de la Amazonia brasileña, vive una tragedia de muertes evitables, en parte porque el Ministerio de Salud, en lugar de enviarles el oxígeno que falta a sus hospitales, les aporta como tratamiento ante la covid-19 medicinas para dolencias intestinales y otras enfermedades tradicionales.
La compañía estadounidense Ford desistió de seguir produciendo vehículos automotores en Brasil y con su anuncio de abandono del país reencendió la ansiedad nacional por detener la desindustrialización o buscar nuevas vías de desarrollo.
Propio de una “república bananera” fue la descalificación con que muchos compararon el asalto al Capitolio, el 6 de enero en Washington, por huestes azuzadas por el saliente presidente Donald Trump, a lo que suele ocurrir en América Latina. Pero es distinto y la diferencia son los militares.
Suena a suicidio electoral el desdén con que el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro trata públicamente las vacunas contra la covid, cuando Brasil sufre una nueva ola de la pandemia, con mortalidad en alza y la población ansiosa por inmunizarse.
“Ya no conocemos el río Xingu”, cuyas aguas dictan “nuestro modo de vida, nuestros ingresos, nuestra alimentación y nuestra navegación”, lamentó Bel Juruna, una joven lideresa indígena de la Amazonia brasileña.
La crisis climática y la democracia, además de las disputas con China, son los ejes de la política del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, que por sus efectos en América Latina podrán reordenar el sistema hemisférico.
IUna guerra de las vacunas merma las esperanzas de pronta superación de la pandemia en Brasil, cuando una segunda ola de la covid-19 vuelve a aumentar las muertes en el país y Reino Unido empieza a vacunar a su población.
La proliferación de los incendios en sus tierras, también sometidas a crecientes invasiones, una alta mortalidad por la covid-19 y la merma en sus derechos constitucionales componen el cuadro actual de amenazas que se ciernen sobre los indígenas en Brasil.