La letal pandemia de coronavirus, que se ha cobrado la vida de más de 372 000 personas en todo el mundo, ha reforzado el concepto de distanciamiento físico que prohíbe cualquier reunión de más de 10 o 20 personas, ya sea en un encuentro en grupo, una boda, un mitin político o incluso un funeral.
La guerra civil en Siria, encaminada hacia su quinto año, ha sido un factor fundamental en la actual crisis de refugiados, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial. Pero el conflicto armado se cobró otra víctima, el ambiente.
En la última zafra, los gorgojos y los hongos fueron el motivo de que la agricultora Mollene Kachambwa perdiera una de las cinco toneladas del maíz que su familia había cosechado en Zimbabwe. Pero ahora esas plagas tendrán que buscarse otra víctima.
Para muchos jóvenes de Estados Unidos el verano es sinónimo de vacaciones y de tiempo libre. Pero para otros, menos afortunados, significa tener que trabajar en plantaciones de tabaco, en condiciones de insalubridad, para ayudar a pagar las cuentas de sus familias.
Cuando se habla de desigualdad de género en el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) lo primero que salta a la mente es que más mujeres que hombres que viven con el VIH. Pero otra diferencia de género, pocas veces mencionada, resulta letal para los hombres seropositivos en África.
La rápida expansión del virus del ébola en África occidental, que ya causó 3.000 muertes, supera los esfuerzos regionales e internacionales para frenar la epidemia, advierten expertos en salud y autoridades de todo el mundo.
Mimose Gérard se sienta en su tienda del campamento Gaston Margron, cerca de la capital de Haití, rodeada por grandes sacos llenos de botellas de plástico. Gana apenas unos peniques por cada una, pero eso es mejor que nada.