El desconcierto general producido por la toma del Capitolio en Washington el día 6 nos ofrece numerosos elementos de análisis. Desde un punto de vista estrictamente político, Donald Trump representa un modelo de liderazgo nacional populista que se nutre de las frustraciones de amplios segmentos de la población.
El asalto al Capitolio de Washington por una turba rebelde recordó a muchos una insurrección en una “república bananera '', como la descrita de manera hilarante en la comedia de Woody Allen de 1971, Bananas, que simula una revuelta en un país latinoamericano ficticio.
Seguidores de Donald Trump, azuzados por el propio presidente, asaltaron este 6 de enero el edificio del Capitolio e
interrumpieron el trámite legislativo de certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
Miles de personas que enarbolaban pancartas pro Trump se abrieron paso a través de las barricadas y rompieron ventanas para entrar en el edificio donde se reunían los congresistas. Cuatro personas han muerto, y varios policías han tenido que ser hospitalizados. La sesión del Congreso se reanudó y cumplió con su misión, pero a puerta cerrada.
En el período previo a las elecciones presidenciales estadounidenses, el riesgo de violencia postelectoral era
alto. Las predicciones se hicieron realidad este miércoles cuando miles de manifestantes pro Donald Trump irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos, en un acto sin precedentes, cuando el Congreso estaba a punto de ratificar la victoria del presidente electo Joe Biden.
El Congreso de Estados Unidos ha publicado un extenso informe sobre la política de drogas en el continente americano, en el cual establece una larga lista de recomendaciones para detener el narcotráfico y abordar los problemas de salud pública creados por el consumo de drogas. El informe adelanta cómo podría ser la lucha contra el crimen organizado durante la administración del presidente electo Joe Biden.
Los reclamos territoriales de cientos de comunidades indígenas, que se extienden por casi toda la extensa geografía argentina, irrumpieron sorpresivamente en la agenda pública de un país construido por y para descendientes de colonizadores y de inmigrantes europeos, acostumbrado a mirar como ajenos a los pueblos originarios.
Pendiente de una consulta popular, las autoridades cubanas elaboraron el primer boceto del modelo que aspiran a construir con los cambios iniciados en 2008 y que fueron ajustados entre el sábado 16 y el martes 19, durante el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).
El Partido Comunista de Cuba (PCC) se apresta a realizar su VII Congreso, del que se espera emane una mayor apertura y nuevos cambios, aunque la escasa transparencia en torno a su agenda generó ya inquietudes y quejas en sectores de la ciudadanía por la falta de participación en sus preparativos.
“La economía de Brasil es hoy rehén de la crisis política”, impidiendo cualquier expectativa de mejora por lo menos en los dos próximos trimestres, evaluó Luis Eduardo de Assis, exdirector del Banco Central del país.
Brasil sufre sobresaltos casi diarios, hace varios meses, que mantienen al país en tensión permanente, impotente ante el agravamiento de la crisis económica y los descaminos de la política nacional.
Entre errores del gobierno, un sistema financiero vampírico, una Constitución populista o el estancamiento mundial está la raíz de la actual crisis económica en Brasil, según difieren los economistas. Hay culpables para todas las ideologías.
Cuba y Estados Unidos continúan su ruta de acercamiento que pasa por el próximo restablecimiento de nexos diplomáticos y la apertura de canales de entendimiento, aunque para nadie es un secreto que el camino hacia una real normalización de las relaciones bilaterales se presenta espinoso.
El enredo de aristas políticas en que se metió la presidenta Dilma Rousseff dificulta la ejecución de medidas para superar los problemas económicos de Brasil, y viceversa.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la polémica construcción de un oleoducto binacional con Canadá, mientras que un análisis independiente revelaba el intenso lobby que realizaron cinco empresas refinadoras de petróleo a favor de la iniciativa.
En la tarde del verano austral en un balneario a las afueras de la capital uruguaya, nada pudo sonar más extraño que el llamado a la oración proferido por el tunecino Abdul Bin Mohammed Ourgy, unos días después de ser liberado de la prisión militar estadounidense de Guantánamo.
La corrupción política e institucional, lo indican las encuestas, se ha convertido en la principal preocupación de los españoles, después del desempleo y los dramáticos efectos sociales de la crisis económica.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reelegida el domingo 26 para un segundo mandato, destacó la reforma política como el primer desafío a enfrentar, entre los muchos que tiene por delante, incluidos el deterioro económico y la crisis energética. Pero su gran promesa electoral ya comenzó a complicarse.