Cuba y Estados Unidos continúan su ruta de acercamiento que pasa por el próximo restablecimiento de nexos diplomáticos y la apertura de canales de entendimiento, aunque para nadie es un secreto que el camino hacia una real normalización de las relaciones bilaterales se presenta espinoso.
Cuba avanza en sus diálogos con Estados Unidos y la Unión Europea (UE) entre el optimismo oficial y la cautelosa expectación de la ciudadanía que se pregunta si el nuevo entorno se traducirá pronto en inversiones que ayuden a levantar la economía del país.
Los derechos humanos concentraron las mayores divergencias en la primera reunión de Cuba y Estados Unidos para normalizar sus relaciones, tras más de medio siglo de rompimiento. Pero la voluntad de avanzar en el deshielo quedó ratificada, en un proceso pilotado por dos mujeres.
Cuba cerró el paréntesis en sus conversaciones con la Unión Europea (UE) para un acuerdo de cooperación y decidió avanzar en el diálogo con ese bloque, en paralelo a las negociaciones para normalizar las relaciones con Estados Unidos tras más de medio siglo de hostilidad.
Todos los cubanos, a un lado u otro del estrecho de Florida, pero también en España, Francia o Groenlandia (que allá igualmente hay un par de cubanos) sentimos que el 17 de diciembre, cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la normalización de las relaciones con Cuba después de más de medio siglo de ruptura, se estaba produciendo un momento histórico que, de alguna forma, nos incluía a cada uno de nosotros.
El 17 de diciembre, al liberar a los cinco antiterroristas cubanos que guardaron prisión por más de 16 años en Estados Unidos, el presidente Barack Obama reparó una injusticia excesivamente prolongada y al mismo tiempo dio un golpe de timón a la historia.
La controvertida comedia de Hollywood “The Interview” (“La Entrevista”) trata sobre dos comunicadores estadounidenses que deben viajar a entrevistar al líder norcoreano Kim Jong-un, pero en el camino son reclutados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para envenenarlo.
Me crié en Hickory Hill, el hogar de mi familia en Virginia, donde a menudo nos visitaban veteranos de la fallida invasión de la Bahía de Cochinos.
El día del asesinato del presidente John F. Kennedy (JFK), el 22 de noviembre de 1963, uno de sus emisarios mantuvo una reunión secreta con el líder cubano Fidel Castro en la playa de Varadero, en Cuba, para discutir las condiciones que pondrían fin al embargo de Estados Unidos contra la isla y comenzarían el proceso de distensión entre ambos países.
El 17 de diciembre, el presidente estadounidense Barack Obama anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, después de más de cinco décadas de una política equivocada que mi tío, John F. Kennedy, y mi padre, Robert F. Kennedy, fueron responsables de aplicar después de que el gobierno de Dwight D. Eisenhower (1953-1961) implementara el embargo contra la isla por primera vez en octubre de 1960.
La normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos abre un camino de “reacomodos no exento de riesgos”, que se inserta con mucha fuerza en el proceso de “transformación nacional” promovido por Raúl Castro, afirmó Lenier González, uno de los gestores del proyecto ciudadano Cuba Posible.
Con la decisión de reanudar relaciones diplomáticas, Cuba y Estados Unidos, dos antípodas que antes inspiraban o fomentaban extremismos en el continente americano, se convierten ahora en factores de moderación y pragmatismo.
Cuando el carismático Ernesto “Che” Guevara, por entonces el segundo al mando del líder cubano Fidel Castro, habló ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1964, la sede del foro mundial fue, literalmente, objeto de un atentado.
El espectacular anuncio, el 17 de este mes, de una nueva relación entre Washington y La Habana, incluido el posible restablecimiento de amplias relaciones diplomáticas, puede ser (si se cumplen los plazos de la agenda anunciada por el presidente Barack Obama) el principio del fin de un enfrentamiento histórico que ha tenido durante varias décadas solamente un ganador y un principal perdedor.
El anuncio este miércoles 17 del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington tomó por sorpresa a buena parte de la ciudadanía de Cuba, más de la mitad de cuya población nació después del rompimiento de vínculos en 1961 y el inicio de un conflicto que ha marcado sus vidas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este miércoles que va a restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, en la que quizá sea la medida de política exterior más audaz de su gobierno.
¿Cuándo fue la última vez que un alto funcionario de Estados Unidos elogió a Cuba públicamente? ¿Y desde cuándo el gobierno cubano se ofrece a cooperar con los estadounidenses?