La decisión de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de segregar a los autobuses en la Cisjordania ocupada fracasó tras provocar la indignación del parlamento israelí, además del daño político sufrido en el ámbito internacional.
Apenas el camión que transportaba productos lácteos israelíes entró al centro de la ciudad de Ramalah, fue rodeado de activistas palestinos que retiraron y destruyeron la mercadería, principalmente leche y yogur por valor de unos 20.000 dólares.
El histórico triunfo en los tribunales de un grupo de agricultores de Taiwán, que lograron revertir la expropiación de sus tierras tras batallar por años, dio nuevos bríos a la ciudanía para defender sus derechos, mientras dejó conmocionado al gobierno local.