En la última década, América Central logró bajar su dependencia de los combustibles fósiles en la generación eléctrica al mismo tiempo que aumentó su cobertura, pero los caminos que ha tomado cada nación muestran las profundas disparidades que persisten dentro del istmo para el sector.
La aprobación por el gobierno de Chile de una central hidroeléctrica en la Patagonia, reavivó nuevamente la discusión sobre la sustentabilidad de esta fuente en su forma tradicional y su eficiencia en la construcción de una matriz energética limpia.
Un novedoso proyecto energético impulsado en Chile, pretende combinar una central hidráulica de bombeo, que operará con agua del mar, con otra solar fotovoltaica, a fin de garantizar un suministro limpio y constante de energía en el desierto de Atacama, el más árido del mundo.
América Latina invirtió en 2015 más de 23.000 millones de dólares en energías eólica, solar, biomasa, geotérmica y otras renovables. Pero deberá hacer un esfuerzo mayor en las próximas décadas en esa estrategia para responder a los desafíos del cambio climático.
Uruguay pretende alcanzar la neutralidad en carbono para 2030, y para ello transforma su matriz energética, ya mayoritariamente renovable, con el impulso de fuentes limpias no convencionales y una estrategia que combina desde asociaciones público privadas hasta nuevas inversiones.
Ocho de las principales economías del mundo duplicarán su oferta de energía renovable hacia 2030, si cumplen con los compromisos que presentaron para contribuir a frenar el calentamiento global, y que se incluirán en el nuevo tratado climático.
La industria petrolera de Cuba solo explota cinco por ciento del petróleo en sus yacimientos en tierra firme y aguas someras, por la falta de capital extranjero y tecnología para acometer desarrollos como el del campo de Varadero 1000, el mayor realizado hasta ahora.
Ante el reto de ajustar su infraestructura energética para lograr duplicar su oferta eléctrica hacia el 2050 y al mismo tiempo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), América Latina tiene solo una salida: la generación eléctrica verde.
Ubicada en una zona privilegiada por las corrientes aéreas y la radiación solar, América Central sigue atada a la generación de energía térmica e hidroeléctrica a gran escala y desaprovecha la posibilidad de incluir a las comunidades en proyectos menos invasivos y más limpios.
Tradicionalmente, la caída de los precios del petróleo ha desestimulado el desarrollo de las energías renovables, pero en esta ocasión el avance de las fuentes limpias mantiene su ritmo en América Latina de acuerdo con especialistas de la región.
Después de unos días en los que todos celebraron el acuerdo histórico entre Estados Unidos y China sobre la reducción de las emisiones de CO2, firmado el 12 de este mes, una ducha muy fría ha llegado desde India.
En Argentina ya lo llaman “yeil”, una castellanización de “shale”, que denomina en inglés al gas y petróleo de esquisto. Pero lo que para muchos significa el futuro del desarrollo y el autoabastecimiento energético del país, para otros es una palabra que debería estar en desuso, cuando la tendencia mundial es avanzar hacia fuentes renovables y limpias.
Alemania es hoy en día la primera nación en el campo de la energía renovable. Lo dicen las cifras. La economía alemana obtiene 29 por ciento de la electricidad que consume de fuentes renovables: solar, hídrica, eólica y la proveniente de madera y otras biomasas.
Los biocombustibles modernos se han convertido en algo habitual en la búsqueda de negocios y estilos de vida rentables y ambientalmente sostenibles. Pero para ser realmente sostenible, la producción de biocombustibles debe lograr encontrar el equilibrio entre sus beneficios y sus potenciales costes ocultos, así como armonía entre seguridad energética y seguridad alimentaria.
Los países caribeños son famosos por su sol, arena y brisas cálidas, pero no por el uso de energías renovables.
La falta de políticas claras y la caída en picada de los precios de la energía solar hicieron bajar 14 por ciento las inversiones en fuentes renovables el año pasado, indica un estudio divulgado este lunes 7.
La Cumbre Internacional Carbón y Clima, auspiciada por el Ministerio de Economía de Polonia y la Asociación Mundial del Carbón, comenzó este lunes 18 en Varsovia en forma paralela a la COP 19, mientras los ambientalistas acusan al gobierno local de favorecer a esa industria contaminante.