Iguala

México, empantanado en desapariciones forzadas

MÉXICO – Mientras México da nuevos pasos en la resolución de la desaparición de 43 estudiantes magisteriales en 2014, el caso aún enfrenta incógnitas cruciales y el reto de aclarar la participación del poder militar.

En el comedor de la Parroquia de San Gerardo, en la ciudad de Iguala, se han ido colgando las fotos de los desaparecidos en el estado de Guerrero, en el suroeste de México. Crédito: Daniela Pastrana/IPS

El cáncer de los desaparecidos llena de dolor y lucha a México

El comedor de la Parroquia de San Gerardo, en el estado mexicano de Guerrero, está convertido en un memorial del espanto. Largas filas de fotografías cubren las paredes del galerón. Son decenas de rostros de personas ausentes, desaparecidas, raptadas y

Padres y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, durante el encuentro con la prensa en Ciudad de México, el 6 de septiembre, poco después de que los cinco integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes dieran a conocer sus primeras conclusiones sobre los graves fallos en la investigación del caso. Crédito: Daniela Pastrana/IPS

Vuelve al inicio la investigación sobre 43 estudiantes mexicanos

Casi un año después de la desaparición forzada de 43 estudiantes rurales en México, las investigaciones del gobierno retornaron al punto de partida, luego de que un grupo de expertos independientes desmontó todos los argumentos de la tesis oficial.

Representantes de víctimas, del gobierno y de organizaciones civiles durante el examen de México en el Comité contra las Desapariciones Forzadas, en Ginebra. Crédito: Cortesía de la CNDH

Desaparecidos en México representan un reto para la ONU

La  Organización de las Naciones Unidas (ONU) despejará el viernes 13 la incógnita de si asumirá su responsabilidad en el dramático caso de las desapariciones de decenas de miles de personas perpetradas en los últimos años en México. 

La náhuatl Metonia Carrillo mantiene asida una pancarta con la foto de su hijo Luís Ángel Abarca, uno de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, mientras descansa en las gradas del Auditorio Nacional durante una protesta de familiares en la capital mexicana, al cumplirse cuatro meses de su secuestro. Crédito: Emilio Godoy /IPS

Caso de 43 estudiantes evidencia (además) racismo mexicano

La primera lengua del indígena Celso García, de 51 años, es la mixteca. En su niñez, este padre de uno de los 43 estudiantes desaparecidos hace cuatro meses, tuvo que aprender el español, para desenvolverse entre mestizos, la mayoría dominante