Itaboraí

Gracias a la alianza con los agricultores familiares locales, en los menús de las escuelas públicas de Brasil, donde se educan 45 millones de niñas y niños, predominan vegetales y frutas, creando hábitos alimentarios saludables. Tres alumnos de la Escuela Municipal João Baptista Cáffaro, en la ciudad brasileña de Itaboraí, bromean durante el almuerzo del 6 de noviembre de 2015. Crédito: Mario Osava/IPS

Pequeños agricultores y escuelas se alimentan juntos en Brasil

Hay leyes que una vez que se promulgan, resultan tan lógicas que no se percibe del todo la revolución que representan en el modelo de producción agrícola, la mejora de la alimentación de los escolares y, en definitiva, en la

Niñas y niños de entre 5 y 7 años, durante el almuerzo en el comedor de la Escuela João Cáffaro, en el barrio Engenho Velho (Ingenio Viejo), con la mayoría de su población en pobreza, en la ciudad de Itaboraí, en el estado de Río de Janeiro, en Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

Alimentación escolar fomenta agricultura familiar en Brasil

“Esa ley debería estar vigente desde el fin de la esclavitud, que echó a la calle a los esclavos sin darles condiciones de trabajar y producir, convirtiéndolos en semiesclavos”, evaluó el agricultor brasileño Idevan Correa.

Entre los pastizales, parte de las estructuras del brasileño Complejo Petroquímico del Estado de Río de Janeiro (Comperj), este mes de octubre, desde la ribera del río Caceribu, el punto más cercano a las instalaciones a las que es posible acercarse. Crédito: Mario Osava/IPS

Construcción de megaproyectos, un sueño efímero en Brasil

Vivir como músico en una banda militar es el sueño de Jackson Coutinho, de 21 años, después que se disiparon las esperanzas de que un complejo petroquímico industrializaría esta ciudad brasileña cercana a Río de Janeiro.