El hijo de Claudine Umuhoza cumplió 19 años el 1 de abril. Es uno de los miles y miles de niños concebidos mientras en Ruanda se perpetraba un genocidio, pero no está reconocido oficialmente como un sobreviviente. Su madre sí.
Hace casi 20 años el hutu Sylidio Gashirabake participó en el genocidio en Ruanda. Y hace también casi dos décadas que su vecino, el tutsi Augustin Kabogo, perdió a su hermana y otros familiares en aquella violencia sectaria. Pero ahora los dos trabajan codo con codo en un emprendimiento, en el sudoriental distrito de Kirehe.