“Esta es una crisis sin solución rápida que podría tardar años en resolverse a menos que se realicen esfuerzos concertados para abordar sus causas fundamentales”, asegura Manuel Fontaine, director de Programas de Emergencia del Fondo de las Naciones Unidas par la Infancia (Unicef).
En unos días se sabrá si progresa la demanda de Gambia contra Myanmar (Birmania) ante la
Corte Internacional de Justicia (CIJ) por genocidio y medidas de limpieza étnica de las autoridades del país del sudeste asiático contra la población rohinyá, cuando se produzca entre los días 10 y 12 la primera audiencia del caso en La Haya.
Las organizaciones de asistencia internacional que actúan en el noreste de Siria alertan con gran alarma sobre las bajas civiles y una inminente crisis humanitaria que provocaría la ofensiva militar de Turquía contra fuerzas kurdas que operan al otro lado de su frontera.
Dos años después del comienzo del éxodo de la población rohinyá por la ofensiva genocida en Myanmar (Birmania) en su contra, los miembros de la minoría musulmana tienen pocas esperanzas de obtener justicia o el derecho a regresar a sus hogares, según la ONU y organizaciones humanitarias internacionales.