Mientras
las protestas contra la violencia y el racismo de la policía continúan a lo largo de Estados Unidos, el público empieza a saber que varios de los oficiales que estuvieron involucrados en el asesinato de George Floyd en Minneapolis y de
Breonna Taylor en Louisville comparten un historial de quejas presentadas por ciudadanos respecto a su brutalidad y mala conducta.
Estados Unidos vive días de sueños y cristales rotos desde el 25 de mayo, cuando el afroamericano George Floyd murió víctima de la brutalidad policial.
Este fin de semana, el último de mayo, estuve viendo Mad Men (otra vez). El mundo de los años sesenta es alucinante: lejano e inverosímil en algunas cosas, pero incómodamente familiar y cercano en otras.
La violencia se desencadenó en
numerosas ciudades a lo largo y ancho de Estados Unidos tras la muerte de un hombre negro, George Floyd, al que se pudo ver en un vídeo tratando desesperadamente de respirar mientras un policía blanco, Derek Chauvin, le clavaba la rodilla en el cuello contra el suelo.