Mushtari Bibi, de 12 años, es una de las más de 2.000 personas que resultaron heridas por el devastador terremoto que sacudió a Pakistán y países vecinos el lunes 26.
"Tenemos la suerte de que una represa local nos suministrará energía barata y sin interrupciones. Actualmente, pasamos sin electricidad entre 14 y 16 horas diarias”, señaló Muhammad Shafique, un maestro de escuela en la localidad de Alto Dir, en la provincia paquistaní de Jiber Pajtunjua (JP).
Estudiantes de las Áreas Tribales bajo Administración Federal (FATA, por sus siglas en inglés) de Pakistán exigen el cese de la ofensiva militar contra la insurgencia islámica Talibán, que provocó muertes y el desplazamiento de la población civil en su tierra.
Más de 300 ataques de Estados Unidos con aviones no tripulados (drones) mataron a 2.160 combatientes islámicos y 67 civiles en Pakistán desde 2008, según el Ministerio de Defensa de este país asiático. Pero habitantes de las áreas afectadas cuestionan esas cifras.
El bloqueo en Pakistán a los suministros destinados a las fuerzas de la OTAN en territorio afgano, impulsado por el jugador de cricket devenido en político Imran Jan, está golpeando duro al comercio fronterizo, alertan empresarios y camioneros.
Redoblando su resistencia a los ataques con aviones no tripulados (drones) en Pakistán, el popular jugador de cricket devenido gobernador Imran Jan amenazó con bloquear los suministros de las fuerzas de la OTAN en Afganistán a través de la provincia de Jyber Pajtunjwa, donde su partido lidera una coalición de gobierno.