Argentina se enfrenta a Estados Unidos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya porque un tribunal de Nueva York bloqueó el pago que el gobierno argentino acordó en 2005 y 2010 con la mayoría de sus acreedores, lo que resalta la necesidad de un mecanismo internacional para los países que caen en quiebra.
Argentina se encuentra en una situación paradójica desde que el lunes 16 la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos declinó tratar el juicio que le siguen un grupo minoritario de acreedores: a las puertas de un nuevo cese de pagos, pese a ser uno de los países más desendeudados del mundo.
El inversor de fondos buitre Paul Singer tiene cientos de millones de dólares en juego en su batalla legal contra Argentina sobre una porción de la deuda soberana que ese país dejó de pagar en 2001.
Cuando Argentina entró en suspensión de pagos (default) de su deuda en 2001, varios fondos especulativos estadounidenses se abalanzaron a comprar los deprimidos bonos por unos centavos, confiados en que a la postre vencerían en los estrados de su país y obligarían a Buenos Aires a pagar hasta el último dólar del precio nominal.