(Arte y Cultura) MUSICA-INDONESIA: El represor entona canciones de amor

El general Wiranto, último jefe militar de la dictadura que encabezó Alí Suharto en Indonesia (1966-1998) a quien se responsabiliza de numerosas violaciones de derechos humanos, se lanzó como cantante, con un disco de baladas de amor.

Que haya abrazado un nuevo oficio podría ser considerado una maniobra para salvar su imagen. Algunos afirman que se trata de una muestra de remordimiento.

Wiranto, hombre fuerte del régimen de Suharto y figura clave de la transición a la actual democracia, asegura que cambió de campo de batalla para salvar la vida de cientos de miles de indonesios expulsados de sus hogares por la violencia política y étnica.

Este militar de 53 años fue acusado del baño de sangre en Timor Oriental tras el triunfo del referéndum independentista en septiembre del año pasado. En esas fechas, incluso, causó un escándalo al entonar en la televisión «Feelings», una popular canción estadounidense, en honor a las víctimas timorenses.

La violencia desatada por las milicias proindonesias originó el desplazamiento de un tercio de la población del área. Muchos aún viven en campamentos en la provincia indonesia de Timor Occidental.

Wiranto, obligado en febrero a renunciar al Ministerio de Seguridad por el presidente Abdurrahman Wahid, invitó a fines de octubre a 500 personalidades, a quienes ofreció un almuerzo en un hotel de cinco estrellas para presentarles su disco «Untukmu Indonesiaku» («Por tí, mi Indonesia»).

Entre los invitados figuró el también militar y ex vicepresidente Try Sutrisno y numerosos ministros de Suharto.

Este general retirado de cuatro estrellas solía hasta ahora cantar en «karaokes», pero se decidió a editar un disco profesional, dijo, con fines caritativos. «Me sentí llamado a ayudar al gobierno en corregir la situación de los desplazados de Aceh, Ambon y Atambua», afirmó Wiranto.

El producto de la venta del disco será donado a los refugiados en esas tres provincias a través de la Cruz Roja indonesia, aseguró el militar.

El gobierno tiene dificultades para resolver el problema de los refugiados y procura con desesperación ayuda dentro del país y en el extranjero.

«Donaré el producto de este proyecto a mi país, que está de duelo. Este álbum de caridad está en consonancia con la cultura indonesia de ayuda mutua», dijo Wiranto. Para editar el disco, echó mano a sus ahorros y pidió algo de ayuda a sus amigos, afirmó el militar.

La prolongada violencia étnica en Ambon, al oeste del país, y la escalada de choques entre fuerzas de seguridad y los separatistas de Aceh, al noroeste de Yakarta, crean graves problemas de desplazados en esas áreas.

El gobierno indonesio, además, se encuentra bajo presión por no resolver la crisis humanitaria en Timor Occidental. Muchos cuestionan la capacidad de Yakarta de controlar a los militares y a las milicias proindonesias que llegaron, incluso, a matar a funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas.

La ciudadanía de Timor Oriental, una antigua colonia portuguesa, se pronunció el 30 de agosto de 1999 por independizarse de Indonesia, tras 25 años de brutal ocupación.

Wiranto figura entre los generales considerados incapaces de impedir el baño de sangre que se desató luego del plebiscito, pero no ha sido incluido en la lista de sospechosos indagados formalmente por la Fiscalía General.

Wiranto, quien en ese entonces comandaba las fuerzas armadas, un cargo para el cual había sido designado por Suharto, pasó a integrar luego el gabinete de Wahid como ministro coordinador de Asuntos Políticos y de Seguridad.

La escalada de operaciones militares en Aceh para sofocar la violencia separatista originó muchas violaciones de derechos humanos que siguieron generando resentimiento contra el gobierno central.

Antes de lanzamiento del disco de Wiranto, el público presenció documentales describiendo las vicisitudes de los refugiados de Timor Oriental cuando escaparon de su provincia y ahora residen en los campamentos alrededor de Atambua, en Timor Occidental.

Una refugiada que se identificó como Rosalinda dijo que fueron «víctimas» de la política del gobierno, a pesar de que Yakarta había autorizado el referéndum en Timor Oriental, ahora administrado por la ONU como paso previo a su independencia.

El disco de Wiranto contiene 17 canciones sentimentales antiguas, seleccionadas por el propio militar «como un signo de aprecio al trabajo, la riqueza y la hermosura del país».

Las dos canciones principales, «Kau Selalu di Hatiku» («Siempre estás en mi corazón) e «Indonesia Sungguh Indah Permai» («Qué bella es Indonesia»), hablan de amor y lealtad a la patria. «Amo realmente a mi patria indonesia porque es bella y fascina mi corazón», canta Wiranto con su voz de barítono.

Wiranto negó que el lanzamiento del álbum tuviera motivos políticos, pero dijo que se embarcó en el proyecto porque le preocupa la unidad de un país que, en su opinión, se está degradando.

Expresó tambien que había grabado el disco para hacer algo disfrutable durante su retiro. «Es mejor que hacer algo inútil», dijo. «Canto desde que era niño», dijo luego, al explicar por qué no entrenó su voz.

Al menos 7.500 discos se vendieron antes del lanzamiento oficial. La lista de empresarios y otras personalidades que aceptaron la invitación a almorzar de Wiranto deja en evidencia el poder que conserva el militar de cuatro estrellas.

La subasta de tres discos de oro durante el ágape dejó un saldo de 111.000 dólares. Entre ellos figuraba un disco compacto especial adquirido al precio de 39.000 dólares por el abogado Hotma Sitompul, íntimo amigo de Wiranto. (FIN/IPS/trad- eng/kd/js/ego/mj/cr hd/00

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