El asesinato de Tehys Hiyo Eluay, líder del movimiento separatista de Irian Jaya, aumentó el temor a un nuevo pico de tensión en esa conflictiva provincia del oriente de Indonesia, aunque algunos analistas políticos descartan el rebrote de la violencia.
Theys, de 64 años, dirigente de los sentani, una de las tribus de Irian Jaya, fue hallado muerto en su automóvil el domingo, tras haber sido secuestrado el sábado. El conductor del vehículo continúa desaparecido.
Una autopsia determinó que Theys fue asfixiado. La policía investiga las circunstancias de su muerte y las Fuerzas Armadas rechazaron la acusación de la familia del dirigente independentista, que las responsabilizó del asesinato.
Theys era presidente del Consejo Permanente de Papúa (PDP), una red de organizaciones separatistas, que perseguía por medios pacíficos la creación del estado independiente de Papúa Occidental.
El gobierno de Indonesia no acepta la independencia de Irian Jaya, que ocupa la mitad occidental de la isla de Nueva Guinea, pero considera un proyecto de ley para concederle autonomía y mayor participación en la explotación de sus recursos naturales.
El político asesinado se oponía a ese proyecto, que fue aprobado en octubre por la cámara de Representantes y asegura a Irian Jaya 80 por ciento de los ingresos de industria maderera y de la pesca y 70 por ciento de los ingresos del petróleo, el gas natural y la minería.
El proyecto de ley también contempla el cambio de nombre de la provincia, que pasaría a llamarse Papúa, y le permite tener su propio himno y bandera, aunque no la original de los separatistas.
Pero la presidenta Megawati Sukarnoputri no promulgó la ley, ni dio explicaciones sobre la dilación.
El movimiento independentista de Irian Jaya, surgido en los años 80, reclama el derecho a la autodeterminación y la libre circulación a Papúa-Nueva Guinea, un país vecino con el que tiene afinidad histórica y cultural.
El parlamentario Lukas Karl Degey, oriuendo de Irian Jaya, predijo que la muerte de Theys inducirá a los separatistas a redoblar el esfuerzo por la independencia, aunque «por medios pacíficos».
También algunos analistas políticos creen que no habrá acciones violentas.
Después del asesinato, no hubo disturbios en la capital provincial de Jayapura ni en la vecina ciudad de Abepura, lo cual «demuestra que Theys no era reconocido como líder en esos lugares», señaló el legislador Paulus Baut, representante de Irian Jaya.
Según Baut, Theys sólo era reconocido como líder por la tribu sentani. La sociedad de Irian Jaya no es homogénea, agregó.
El analista Hermawan Sulistyo, del Instituto Indonesio de Ciencia, señaló que la muerte de Theys no conducirá a nuevas acciones independentistas en Irian Jaya.
«La idea de que el asesinato llevará a los papuanos a un alzamiento es injustificada, porque (Theys) no tenía un amplio respaldo popular», aseguró Sulistyo.
Pero Degey discrepó de esa afirmación. Según dijo, Theys era una figura importante para la población de la provincia.
Por su parte, Baut, que se desemoeñó en defensa de los derechos humanos en Irian Jaya, aseguró que Theys era un oportunista y urilizaba la causa separatista con fines personales.
Theys integró la asamblea legislativa local durante 15 años como representante del partido Golkar, del ex dictador Alí Suharto, pero se convirtió en dirigente independentista en la década de 1980, tras perder su escaño en elecciones.
A diferencia de otros políticos separatistas, Theys mantenía buenas relaciones personales con funcionarios del gobierno.
La noche en que fue secuestrado había concurrido a una comida organizada por la Fuerza Especial del ejército de Jayapura. (FIN/IPS/tra-en/kd/js/lp-ff/hd ip/01
