La tensión creció este martes en Venezuela con un atentado contra un canal de televisión, mientras la oposición prepara una marcha para exigir la renuncia del presidente Hugo Chávez y el ex mandatario estadounidense Jimmy Carter intenta lograr un diálogo político nacional.
La intención de Carter de encontrar caminos de solución a la severa crisis política venezolana puede naufragar debido a la tajante división de la sociedad entre partidarios y adversarios de Chávez.
Este jueves, al cumplirse tres meses de una sangrienta jornada a la que sucedió un frustrado golpe de Estado, la oposición volverá a las calles para pedir la salida constitucional de Chávez.
Carter, presidente de Estados Unidos de 1977 a 1981, llegó el sábado a Caracas, llamado por el gobierno para buscar canales de encuentro con la oposición, que, sin embargo, ha confirmado sus acciones en distintos planos para cambiar el gobierno.
A la marcha callejera programada para el jueves se suma una lluvia de querellas contra el gobierno presentadas ante el Tribunal Supremo de Justicia por los opositores.
En ese marco de enfrentamiento se concretó este martes por la madrugada un ataque con una granada de fragmentación contra el edificio de la emisora de televisión Globovisión. El explosivo fue lanzado desde un vehículo en marcha por hombres no identificados.
Globovisión es un canal de noticias que transmite las 24 horas del día con una clara oposición al gobierno. Ya había sido objeto de manifestaciones de protesta de simpatizantes de Chávez que le pedían que dijera la verdad.
El estallido de la granada causó severos daños en vehículos de varios trabajadores del canal, pero no causó heridas a persona alguna.
Propietarios y editores de otras empresas privadas de comunicación, que se trasladaron hasta la sede de Globovisión para brindarles su solidaridad, señalaron que el atentado es producto del lenguaje del odio contra los medios que ha sembrado el presidente.
También llegó hasta el lugar el ministro del Interior, Diosdado Cabello, quien informó que se reforzarían las medidas de seguridad en todos los medios de comunicación.
Cabello rechazó cualquier vinculación del gobierno con el ataque, tras condenarlo categóricamente.
En tanto, los organizadores de la marcha de este jueves esperan repetir la importante convocatoria del 11 de abril, cuando los manifestantes intentaron llegar hasta las puertas del palacio de Miraflores, sede del gobierno, que estaba rodeado de simpatizantes de Chávez.
El choque de manifestantes de ambas partes derivó en graves incidentes, aún no aclarados por la justicia, que incluyeron disparos desde distintos puntos, dejando un saldo sólo ese día de 17 muertos y decenas de heridos.
El 12 de abril por la madrugada los jefes de las Fuerzas Armadas, apoyados por organizaciones empresariales, derrocaron a Chávez, lo mantuvo detenido en un cuartel y puso en su lugar a Pedro Carmona.
Pero militares con mando de tropa se negaron a reconocer la ruptura del hilo constitucional y miles de manifestantes, en especial de sectores pobres de Caracas, salieron a las calles para pedir la libertad de Chávez, quien logró retomar la presidencia 48 horas después.
Chávez prometió entonces una política de diálogo y reconciliación nacional y, luego de varios intentos frustrados de sentar alrededor de una mesa a todas las partes, recurrió en mayo al papel facilitador de Carter.
Sin embargo, la oposición ha insistido en que debía convocarse la mediación de una entidad cuyas decisiones sean vinculantes, como es el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Nosotros preferimos la palabra facilitador, más que mediador, (…) preferimos al ex presidente Carter por su amplia experiencia, que es mundial y que ha demostrado eficacia con un tratamiento imparcial de situación políticas complejas, argumentó este martes el canciller venezolano, Roy Chaderton.
En cambio, la oposición, si bien se ha reunido con Carter, no confía en que ésta actuación tenga resultados positivos y manifiesta temor de que el ex mandatario estadounidense sea manipulado por Chávez.
Así, el frente opositor de partidos políticos y organizaciones civiles se negaron a asistir este martes a una reunión con Chávez, programada a propuesta de Carter para que se iniciara el necesario contacto cara a cara.
Era ingenuo suponer que el ex presidente Jimmy Carter pudiera cumplir un papel eficaz como mediador en la radicalización política que vive el país, y que seguramente será avivada por la manifestación opositora de este jueves, comentó el analista político Manuel Felipe Sierra.
Carter y el importante grupo de expertos que lo acompaña, se han reunido por separado desde el mismo sábado pasado con delegados del gobierno y de las opositoras organizaciones de la sociedad civil y propietarios de medios de comunicación, con legisladores y obispos católicos.
El éxito de Carter no depende de él, depende los actores políticos venezolanos, de su apuesta al diálogo y a lograr acuerdos concretos y a ceder de parte y parte. Lamentablemente eso no se observa claramente ni en el gobierno ni en la oposición, comentó a IPS un diplomático europeo.
El juego político está trancado, aseveró, por su parte, Gregorio Salazar, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa.
Expertos entienden el gobierno se juega su principal carta política con la visita de Carter, pese a que los factores que llevaron a la crisis institucional de abril todavía siguen vigentes.
El clima político venezolano continúa tenso, apuntó el domingo el embajador de Washington en Caracas, Charles Shapiro, quien aseguró que ha recibido información sobre otro posible golpe de Estado en Venezuela.
El gobierno, sin embargo, restó importancia a esa advertencia y señaló que, aunque existe una fractura interna en las Fuerzas Armadas, está descartada otra rebelión en los cuarteles.
Una ola de rumores había colocado como fecha posible para un levantamiento castrense el 5 de julio, día en que se conmemora la independencia del país y que cada año se imponen los ascensos militares y se realiza un importante desfile de fuerzas militares. Pero en esa oportunidad nada pasó. (FIN/IPS/ac/dm/ip/02
