DESARROLLO-AFRICA: Egipto dispuesto a compartir el Nilo

Egipto está dispuesto a volver a negociar con otros nueve países africanos los añejos tratados que le confieren ventajas en el uso de los recursos del río Nilo, el más largo del mundo.

El río Nilo recorre 6.693 kilómetros desde su nacimiento en el Burundi y 5.588 desde su principal fuente de agua, el lago Victoria, entre Uganda, Kenia y Tanzania.

La cuenca del Nilo cubre una superficie de tres millones de kilómetros cuadrados —10 por ciento de la africana— y ocupa áreas de Burundi, Egipto, Eritrea, Etiopía, Kenia, República Democrática de Congo, Ruanda, Sudán, Tanzania y Uganda, que suman una población de 255 millones de personas.

Los acuerdos aseguran a Egipto, en cuya costa del mar Mediterráneo desemboca el río, un amplio control sobre las aguas del Nilo y restringe el uso de esos recursos a los países en que corre el curso superior.

El tratado de 1929 fue firmado entre las entonces metrópolis coloniales de la cuenca, Gran Bretaña e Italia, y el de 1959 entre Egipto y Sudán.

El representante de Egipto ante la Inciativa de la Cuenca del Nilo, Mustaphá Abas, sostuvo que su país no se opone a revisar los acuerdos, pero advirtió que ”son los únicos instrumentos que actualmente se utilizan para regular el uso de sus aguas”.

”Entre los 10 países de la cuenca, cuatro figuran en la lista de los más pobres del planeta”, dijo el secretario ejecutivo de la intergubernamental Iniciativa de la Cuenca del Nilo con sede en Kampala, Meraji Msuya. Estas naciones son Burundi, Eritrea, República Democrática de Congo y Ruanda.

Los tratados deben ser revisados, sostuvo en Nairobi el decano de la Facultad de Asuntos Ambientales de la keniata Universidad Maseno, Raphael Kapiyo. Legisladores de Kenia y de Uganda los han calificado de obsoletos, agregó el experto.

Por otra parte, ”si queremos equidad en el uso y distribución de los recursos del río Nilo, debemos también reconocer el papel y la contribución de países como Eritrea y República Democrática de Congo, siempre considerados indignificantes” en las reuniones de representantes de la cuenca, advirtió Kapiyo.

Eritrea y República Democrática de Congo no pueden utilizar directamente el agua del Nilo, pero sus limitadas actividades sobre el río ”pueden destruir las condiciones hidrográficas del curso superior”, explicó.

”Egipto, que se beneficia de todas las aguas del Nilo por ubicarse en su tramo final, debería considerar la inversión de algunos de los recursos que obtiene del río en el mantenimiento de los ecosistemas de esos dos países”, dijo Kapiyo ante la Novena Conferencia sobre la Cuenca del Nilo.

Pero el egipcio Abas, presente en esa reunión celebrada el mes pasado en Nairobi, replicó que su país no era el único beneficiado.

”Eso es aberrante. Es verdad que Egipto se beneficia del agua de los lagos ecuatoriales”, pero ”tiene su propias fuentes de suministro de agua, entre ellas las subterráneas, que no son nada despreciables”, afirmó.

En 1979, después de firmado el acuerdo de paz de Camp David con Israel, el luego asesinado presidente egipcio Anwar el Sadat dijo que ”el agua es el único asunto que puede llevar a Egipto nuevamente a una guerra”.

La intergubernamental Iniciativa de la Cuenca del Nilo se creó en 1999 para ”lograr el desarrollo socieconómico sustentable a través del uso equitativo de los recursos de agua” de la cuenca.

Burundi sufre ”sequía y desertización”, y podría aplacar esos problemas mediante un uso más equitativo de las aguas del río Nilo, sostuvo el representante de ese país, Mathieu Nkurunziza.

”La construcción de una comunidad (de países) de la cuenca del Nilo requiere claridad en torno de los beneficios” que alcanzarán sus miembros, agregó Nkurunziza.

”Egipto tuvo éxito más que ningún otro país en desarrollar un sistema de irrigación muy productivo para su agricultura. Sin embargo, en el curso superior, se nos prohíbe utilizar las aguas de la cuenca para no perturbar el manejo racional del río”, se quejó el delegado de Burundi.

”El manejo de los ecosistemas, en las actuales condiciones, requiere la reconciliación entre las restricciones al uso impuestas a los países del curso superior y las ventajas que los del curso inferior disfrutan”, afirmó.

La Iniciativa de la Cuenca del Nilo tiene el objetivo de estimular el desarrollo y el financiamiento de proyectos para fortalecer la integración regional.

La organización intergubernamental canaliza el financiamiento de proyectos, aportado por países —como Canadá y Suiza— y agencias de la Organización de las Naciones Unidas y del Banco Mundial.

Hoy están en curso 22 proyectos de desarrollo a un costo de 100 millones de dólares.

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