COMERCIO: Unctad impulsa nueva geografía

– La XI Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) que terminó este viernes en Brasil, será recordada por traducir en términos prácticos la ”nueva geografía comercial”, evaluó el canciller anfitrión, Celso Amorim.

Entre los instrumentos del cambio estará el Sistema Global de Preferencias Comerciales (SGPC), cuya tercera ronda de negociaciones fue lanzada el miércoles. También acuerdos regionales y entre regiones ya formalizados o aún en negociación, como los del Mercado Común del Sur (Mercosur) con India y Sudáfrica.

El éxito de esta ronda del SGPC, después de los escasos resultados de las anteriores en las dos últimas décadas, se hizo posible por ”condiciones objetivas y subjetivas más favorables”, dijo Amorim a IPS.

El comercio Sur-Sur aumentó mucho últimamente. El de Brasil con Tailandia, por ejemplo, casi alcanza ya un millón de dólares anuales, tras crecer 50 por ciento el año pasado, y lo mismo pasando con países mayores como China, India, Irán y México, indicó.

Eso comprueba potencialidades ”que animan a los agentes económicos”, y no hay dudas sobre la mayor disposición actual de aprovecharlas, aseguró Amorim.

Con una reducción arancelaria de 30 por ciento, el comercio entre los 43 actuales participantes del SGPC tendrá un aumento de 8.500 millones de dólares al año, que se elevarían a 18.500 millones de dólares en caso de reducción de 50 por ciento, destacó el secretario general de la Unctad, Rubens Ricupero.

Otros países, como Sudáfrica, manifestaron interés en adherir al sistema, y eso aumenta las posibilidades de expansión del intercambio, destacó Amorim.

Como se trata de un sistema de preferencias concedidas sólo entre países en desarrollo, resulta más viable que los que involucran a éstos y a naciones industrializadas, opinó.

La ”buena” declaración final y otras exitosas reuniones paralelas atraídas por el ”imán de la Unctad” constituyeron los resultados positivos de esta semana, en que ministros y otros representantes de 192 países discutieron los problemas de desarrollo relacionados con el comercio, desde el inicio de la conferencia el domingo.

El Grupo de los 20 países (G-20) que luchan contra los subsidios y otras distorsiones en los mercados agrícolas confirmó su unidad y el acercamiento a otros países en desarrollo, como aquellos a los que se define como ”menos adelantados”, defendiendo un tratamiento diferenciado para ellos en los acuerdos comerciales.

El ”Consenso de Sao Paulo”, aprobado en la sesión plenaria final de este viernes, pide un nuevo orden económico internacional, con el desarrollo como prioridad, y el cumplimiento de los objetivos de la Ronda Doha de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Ese documento, de 116 puntos, recomienda a la Unctad continuar y profundizar su labor de apoyo a los países en desarrollo, con especial atención a los más vulnerables, como los menos adelantados, y especialmente a los que dependen de pocos o únicos productos básicos, duramente golpeados por los bajos precios internacionales.

También insta los países ricos a cumplir la meta de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a la asistencia oficial para el desarrollo, fijada en el marco de la Organización de las Naciones Unidas, para que los países pobres cumplan las Metas de Desarrollo del Milenio que también planteó el foro mundial.

Esas metas incluyen reducir la pobreza, la mortalidad infantil y otras llagas que afectan gran parte de la humanidad.

El Consenso de Sao Paulo defiende también los ”espacios para políticas nacionales”, que Amorim consideró ”un concepto fundamental” para que los países puedan adoptar programas y medidas que favorezcan su desarrollo.

Un ejemplo de su importancia es el derecho de los países a relativizar los derechos de patentes de medicamentos necesarios para contener epidemias graves como la del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que ha sido ejercido por Brasil, entre otras naciones, y es reconocido formalmente por la OMC.

Ante las críticas de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que reclaman mayor participación, el canciller brasileño señaló que ya hay ”una percepción positiva” de la importancia de esa participación, y un ejemplo en la cuestión de los medicamentos fue el decisivo apoyo a Brasil del grupo humanitario Oxfam Internacional, reconoció.

La sociedad civil es cada día más oída, incluso en las negociaciones comerciales, y la delegación brasileña a la V Conferencia Ministerial de la OMC, realizada el año pasado en la sudoccidental ciudad mexicana de Cancún, incluyó a representantes de algunas ONG como miembros oficiales, señaló.

Pero esa participación, amplia en algunas instancias, como en los foros sobre tecnología de la información, es nula ”en el núcleo duro de la economía”, se quejó Iara Pietricovsky, de la Red Brasileña para la Integración de los Pueblos, organizadora del Foro de la Sociedad Civil, en el marco de la XI Unctad.

Ricupero, que dirige la Unctad desde hace nueve años, dejará su cargo en septiembre. Por ello hizo un discurso emocionado durante la sesión de clausura, destacando las prioridades del combate a la pobreza y de una mayor atención a los países menos adelantados.

El secretario general sacó la Unctad de una crisis casi terminal, fortaleciéndola como una ”usina (fábrica) de ideas respetada”, que influyen en todas las negociaciones comerciales, afirmó Amorim al homenajearlo.

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