DERECHOS HUMANOS-SIERRA LEONA: Violación interminable

La violación era una práctica sistemática durante la brutal guerra civil en Sierra Leona, tanto por parte de los rebeldes como de las fuerzas del gobierno. Un acuerdo de paz puso fin al conflicto en enero de 2002, pero no a ese crimen.

”Las violaciones se incrementan en forma sostenida desde el fin de la guerra civil hace dos años”, dijo Amie Tejan-Kellah, del Centro Arcoiris, que asiste a mujeres víctimas de delitos sexuales.

”Nuestro Centro atiende cientos de casos en las provincias del este del país, así como en el occidente”, añadió.

La organización, con sede en Freetown, brinda a las mujeres tratamiento médico, atención psicológica y asesoría legal.

”Es algo que desanima. Acabamos de ayudar a 198 víctimas en el distrito de Kenema, en el este, y aquí en Freetown. Nuestra cliente más joven tiene tres meses y medio”, señaló.

La policía de Sierra Leona parece compartir la preocupación del Centro Arco Iris, pues estableció 24 Unidades de Apoyo a la Familia en todo el país para investigar y prevenir las violaciones.

”Estas unidades son una suerte de equipos especiales que siguen los pasos de los violadores. Estoy seguro de que reduciremos la violencia sexual”, dijo a IPS el oficial de policía encargado de estos centros, Simeon Kamanda.

”La policía resolvió recientemente 58 casos de violación y los presentó a la justicia. En particular, nosotros asistimos en juicios que concluyeron con 19 condenas de entre seis a 22 años de prisión”, añadió.

El Centro Arco Iris unió fuerzas con Kamanda y con el Ministerio de Bienestar Social, Género e Infancia para ayudar a mujeres violadas o víctimas de otras formas de violencia.

Hasta la fecha, ha capacitado a 150 funcionarios en escuelas de todo este país de 4,8 millones de habitantes.

Mientras, el Foro de Educadoras Africanas (FAWE, por sus siglas en inglés) también está preocupado por el alto índice de violaciones en Sierra Leona, y por ello ha creado escuelas especiales para niñas y niños víctimas de estos delitos.

”Esta causa vale la pena. Muchas de estas niñas tienen traumas, y nuestra labor es rehabilitarlas”, dijo la directora de FAWE, Christiana Thorpe, ex ministra de Gobierno de Sierra Leona.

El Foro es una organización no gubernamental que trabaja en 30 países africanos para reformar las políticas públicas y garantizar el acceso a la educación en todo el continente.

Algunos de los alumnos en las escuelas creadas por FAWE en Sierra Leona fueron esclavos sexuales de los rebeldes o de las milicias del gobierno.

La guerra civil en este país de Africa subsahariana empezó en 1991, cuando el Frente Unido Revolucionario (RUF), apoyado desde Liberia por el entonces presidente Charles Taylor, lanzó una ofensiva para derrocar al gobierno y retener el control de las zonas productoras de diamantes. El conflicto se cobró unas 75.000 vidas.

”En la mayoría de los casos de violación denunciados en este país, las víctimas son niñas y niños de entre seis y 15 años, y 40 por ciento de ellos ya habían sido atacados antes”, indicó el sociólogo Michael Tommy.

”La mayoría de los responsables son adultos que engañan a los niños ofreciéndoles caramelos, dinero o simplemente los intimidan. Creo que se deben tomar medidas más severas contra estos desalmados”, añadió.

Mientras, el Ministerio de Bienestar Social trabaja con la Comisión de Reforma de Leyes para fortalecer las normas relativas a la protección de los derechos de niños y niñas.

Por su parte, el fiscal general de Sierra Leona, Abdulai Timbo, subrayó la necesidad de aumentar las penas para los violadores.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo anunció que dará ayuda financiera al sistema judicial de Sierra Leona para garantizar que los procesos contra los violadores se hagan con más rapidez.

En las calles, la indignación es cada vez mayor.

Los violadores ”deberían ser castrados. Es un delito abominable. Creo que no se le debería conceder ninguna fianza cuando son llevados al tribunal”, dijo Musu Mansaray, madre de una niña de 12 años violada en Freetown.

Por su parte, la maestra escolar Bassie Sesay sostuvo que ”el único lugar para los violadores es una prisión de máxima seguridad”.

”Ya hemos tenido esta amenaza por demasiado tiempo. Durante la guerra civil, nuestros niños eran secuestrados. Ahora hay paz, y las autoridades deben actuar con toda firmeza”, añadió.

En junio se creó en Freetown un tribunal especial, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas, para juzgar las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la guerra civil.

Pero los principales responsables nunca pasaron por el tribunal. El líder del RUF, Foday Sankoh, murió por causas naturales antes de ser juzgado, y Taylor está exiliado en Nigeria. (

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