ELECCIONES-SIERRA LEONA: Mujeres contra la corrupción

Sierra Leona celebrará elecciones generales este sábado con el antecedente de un logro significativo: haber mantenido la paz durante cinco años. La lucha contra la corrupción, sin embargo, no ofrece avances similares.

Entre 1991 y 2002, este país fue devastado por una brutal guerra civil que enfrentó a fuerzas del gobierno y otros grupos contra los insurgentes del Frente Unido Revolucionario (RUF, por su sigla en inglés), famoso por su práctica de amputar brazos y piernas como parte de una campaña de terror para controlar a los civiles.

Desde el fin del conflicto, se realizaron con éxito dos elecciones generales. A esto se sumaron los esfuerzos para desmovilizar combatientes e integrarlos a la vida civil, y para reformar a las fuerzas armadas, que protagonizaron varios golpes desde que este país de África Occidental obtuvo su independencia en 1961.

Asimismo, millones de dólares de ayuda externa se invirtieron en tareas de reconstrucción.

Sin embargo, "la corrupción, sin duda alimentada por los extremadamente bajos salarios de la administración pública, continúa siendo un elefante dentro de un bazar", señala el informe "Sierra Leona: La Oportunidad Electoral" preparado por el Grupo Internacional de Crisis (ICC, por su sigla en inglés), un centro de estudios con sede en Bruselas.
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Según el Índice de Percepción de la Corrupción 2006, que elabora todos los años la no gubernamental Transparencia Internacional, con sede en Berlín, Sierra Leona figura en el puesto 148 en una muestra de 163 naciones.

Este país aparece en el índice con una puntación de 2,2 en una escala de cero a 10. Los autores consideran que una calificación por debajo de tres indica que "existe la percepción de una corrupción desenfrenada" en el sector público.

Una comisión anticorrupción se mostró incapaz para revertir la tendencia. Su presidente, Henry Joko Smart, "se ha centrado casi exclusivamente en funcionarios de bajo y mediano nivel", indicó el estudio del ICC, "enviando por lo tanto el mensaje equivocado respecto de la corrupción endémica".

Hasta el momento, entre los condenados por prácticas corruptas se encuentran el proveedor de un hospital mental, un empleado administrativo de una biblioteca y el director de una escuela primaria, todos ellos acusados de malversación de pequeñas sumas de dinero.

El fracaso de las iniciativas para controlar este problema implica la pérdida de fondos gubernamentales necesarios para atender necesidades sociales. Esto es especialmente importante en un país como Sierra Leona, donde el subdesarrollo agravado por la corrupción fue una de las causas principales de la guerra civil que se prolongó durante 11 años.

Algunas mujeres, aspirantes a ganar una banca en el Congreso legislativo, tomaron la lucha contra la corrupción como eje de sus campañas. El Legislativo en este país está dominado por los hombres: sólo 14,5 por ciento de sus 112 miembros son mujeres. Entre los 566 candidatos que compiten en la elección hay apenas 64 mujeres.

"Somos menos corruptas que los hombres", afirmó Luciana James, una candidata del Movimiento Popular para el Cambio en Democracia.

Husainatu Jalloh, quien integra la lista del Partido del Pueblo Unido, destacó que "las mujeres temen por naturaleza caer en desgracia y sabemos que somos nosotras las que más sufrimos en un país corrupto. Es algo que rechazamos totalmente y esto es lo que le he estado diciendo a mi gente".

Esta nación figura en el puesto 176 entre los 177 países evaluados en el Informe de Desarrollo Humano 2006 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y tiene las tasas más altas del mundo de mortalidad materna e infantil.

El desempleo es generalizado, y 75 por ciento de los habitantes de Sierra Leona viven con menos de dos dólares por día, señala en estudio del PNUD.

Aunque el país tiene importantes reservas de diamantes, que podrían ayudar a aliviar la pobreza, el estado pierde buena parte de los ingresos por impuestos que debería recaudar a causa del contrabando.

Los diamantes también fueron utilizados para financiar la guerra civil. El ex presidente de Liberia, Charles Taylor (1997-2003), entregó armas a los insurgentes del RUF a cambio de ellos. Actualmente Taylor está siendo juzgado por el Tribunal Especial para Sierra Leona por crímenes de guerra.

"Yo le digo a la gente que para abordar el problema de la corrupción cada uno tiene que decidir que quiere estar libre de ella. Entonces vamos a fortalecer las estructuras que usamos para combatirla y a enviar más mujeres al parlamento y a designar más mujeres en los ministerios", señaló Elizabeth Lavalie, candidata del oficialista Partido del Pueblo de Sierra Leona (SLPP, por su sigla en inglés).

"Así vamos a estar en una posición de fuerza para combatir la corrupción", agregó Lavalie, quien es vicepresidenta del Congreso legislativo.

¿Están estas mujeres en lo correcto al pensar que se encuentran en una mejor posición para eliminar la corrupción?

La candidata a vicepresidenta de la Alianza Nacional Democrática, Kadijatu Barrie, parece tener reservas en este punto. Prometió que, si resulta electa, investigará si alguna mujer en la función pública estuvo envuelta en casos de corrupción. Ella es la única mujer que integra una fórmula presidencial.

Según el estudio del ICC, "eliminar la corrupción requiere más que una mayor salario o algún ocasional proceso judicial a un funcionario. Hace falta una reforma completa del sistema que perpetúa esas prácticas".

Siete partidos toman parte en la elección. El SLPP, el Congreso del Pueblo y el Movimiento Popular para el Cambio en Democracia están considerados como los favoritos, aunque se estima que el actual vicepresidente Salomón Berewa, quien es candidato presidencial del SLPP, resultaría en definitiva el triunfador.

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