CIENCIA: Ensuciando el cosmos

Toneladas de chatarra espacial rodean a la Tierra y crean serios riesgos para los satélites en actividad, las misiones tripuladas y las caminatas de los astronautas en el espacio.

Origen de la basura espacial Crédito:
Origen de la basura espacial Crédito:
Se calcula que los seres humanos ya hemos generado 6.000 toneladas de basura espacial, incluyendo la probada existencia de 13.000 objetos de tamaño mayor a 10 centímetros, casi todos legados al universo por las repúblicas ex soviéticas, Estados Unidos, China, Francia, Japón e India.

La Quinta Conferencia Europea sobre Basura Espacial, organizada por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), discutió estos asuntos entre el 30 de marzo y el 2 de este mes en la sureña ciudad alemana de Darmstadt, con la participación de más de 300 expertos de 21 países.

Según las últimas estimaciones de la ESA, cerca de 600.000 objetos en desuso mayores a un centímetro pululan por la órbita terrestre. Se trata de satélites inactivos, antiguos cohetes, fragmentos de naves, restos de pintura y polvo abandonados durante más de 50 años de actividad humana en el espacio.

El principal catálogo de residuos espaciales existente proviene de la Red de Vigilancia Espacial del Departamento de Defensa de Estados Unidos, de la que los demás países dependen en gran medida para conocer la situación.
[related_articles]
Pero, por encargo de la ESA, el Observatorio del Teide, en las españolas islas Canarias, escruta sistemáticamente el espacio desde hace una década.

"Ya descubrimos más de 5.000 objetos", dijo a Tierramérica el astrónomo Miquel Serra, responsable del proyecto de basura espacial del Instituto de Astrofísica de Canarias.

"En unos años, Europa podría tener catalogada la basura espacial, y no tendría que acudir a nadie para saberlo", agregó.

Desde el despegue del legendario Sputnik soviético en 1957 hubo más de 4.600 lanzamientos y se pusieron en órbita cerca de 6.000 satélites. Pero apenas 800 continúan en funcionamiento con algún cometido.

Gran parte de los restos proceden de explosiones, se llevan contabilizadas unas 200, pues la mayoría de los artefactos enviados al espacio aún cuentan con combustible al finalizar su vida útil y así permanecen largo tiempo.

Además, la cantidad de elementos inservibles que orbitan la Tierra se incrementa sin cesar debido a las colisiones.

"La situación es seria. El aumento de estos objetos en el espacio no está controlado", dijo a Tierramérica Holger Krag, experto del Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA.

"Tememos que haya cada vez más choques que generen innumerables fragmentos, los que a su vez impacten contra otros satélites, y se produzca así un sinfín de colisiones en un plazo cada vez menor. Y así, en algún momento, el espacio a la altura de hasta 2.000 kilómetros (el área de mayor tránsito satelital) no sería más utilizable para la astronáutica", afirmó Krag.

Estas colisiones constituyen la principal amenaza para los satélites que están en órbita con finalidades que incluyen las telecomunicaciones, el pronóstico del tiempo, la navegación, la observación de la Tierra y la ciencia aeroespacial. Y también para las naves y misiones como la Estación Espacial Internacional.

A velocidades que suelen alcanzar los 40.000 kilómetros por hora, aun los pequeños fragmentos de desechos espaciales pueden causar graves daños a las naves.

Prueba de este peligro fue el accidente ocurrido el 10 de febrero, cuando el satélite estadounidense Iridium 33 chocó con el ruso Cosmos 2251, que estaba fuera de servicio. Ambos quedaron convertidos en centenares de fragmentos que engrosan la basura espacial.

Sin embargo, especialistas consideran mucho más grave la destrucción intencional del satélite chino Fengyun 1C con un misil lanzado desde la Tierra por las autoridades de ese país en enero de 2007.

"Esa sola acción elevó en 25 por ciento la presencia de residuos espaciales. Fue dramática, y con sus consecuencias nos seguimos enfrentando aún hoy", aseguró Krag.

El 12 de marzo de este año, los tres tripulantes de la Estación Espacial Internacional debieron refugiarse durante 10 minutos en la cápsula Soyuz ante la posibilidad de un choque con desechos espaciales.

No existen leyes o acuerdos vinculantes que rijan estas actividades espaciales y que estipulen castigos por incumplimiento.

En todo caso, se apela a la autorregulación de los Estados, y al cumplimiento de las directivas de la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos.

La comunidad científica recomienda desde hace más de una década el reingreso controlado a la atmósfera terrestre de los satélites que cumplieron su vida útil, para que allí se extingan, evitando los choques y las explosiones provocadas por los restos de combustible.

Pero el consenso en la Quinta Conferencia Europea sobre Basura Espacial fue por primera vez más allá. "Es necesario proyectar e implementar medidas activas para remediar la situación de los residuos espaciales. (…) No existe otra alternativa para proteger el espacio como un recurso valioso para la operación de la indispensable infraestructura satelital", consignan sus conclusiones.

Una de las propuestas contempla "la remoción controlada de objetos de la órbita terrestre con misiones robotizadas que se dirijan hasta ellos, los acoplen y los remolquen hasta un 'cementerio orbital', o bien provoquen su caída de manera controlada", explicó a Tierramérica uno de los ponentes de la conferencia, Carsten Wiedemann, del Instituto de Sistemas Aeroespaciales de Brunswick, en el norte de Alemania.

La recuperación de cada uno de los varios miles de satélites en desuso supondría entre 10 y 20 millones de euros (entre 13 y 26 millones de dólares).

Con todo, "los costos de perder la infraestructura satelital serán muy superiores a los derivados de las actividades reparatorias", concluye el documento de la reunión.

* Este artículo fue publicado originalmente el 11 de abril por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe