EEUU: Trabajadores excluidos salen de las sombras

El movimiento sindical estadounidense debe reorganizarse para ampliar sus bases, planteó el Congreso de Trabajadores Excluidos, en el Foro Social que finalizará este sábado en la nororiental ciudad de Detroit.

Además de realizar un activismo estado por estado, el Congreso —una coalición de sindicatos— ejerce presión para lograr reformas en el plano federal, particularmente en la Ley Nacional de Relaciones Laborales.

La coalición protagonizó un feroz debate en el Foro Social, donde subrayó que a los trabajadores que no integran el movimiento sindical federalmente reconocido se les niega salarios decentes y los beneficios que les corresponden.

"Tenemos que proteger a todos los trabajadores bajo la ley laboral. Pienso que éste es un reclamo histórico, porque ya es tiempo de que el público reconozca que no se puede respetar a algunos trabajadores y a otros no", dijo Camilo Viveiros, director de Jobs with Justice (Trabajos con justicia), con sede en Rhode Island.

Guiados por el mantra "Necesitamos un proyecto interno sobre derechos laborales", los activistas dicen que quieren romper las barreras legislativas que han dificultado que algunos sectores reclamen efectivamente protecciones equitativas.
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"Hay leyes laborales que tienen que reformarse para todos los trabajadores", dijo Viveiros.

El año pasado, como parte del Inter Alliance Dialogue (IAD, Diálogo Inter Alianza), representantes de la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras y la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas se reunieron con Jared Bernstein, director ejecutivo del Equipo de Trabajo de la Casa Blanca para la Clase Media.

En la reunión, Bernstein mostró interés en la posibilidad de organizar una conferencia sobre "trabajadores excluidos" del derecho a organizarse, dijeron algunos participantes.

Lograr que el gobierno del presidente Barack Obama se comprometa con ese tema es clave para la coalición.

Randy Jackson, presidente del IAD, dijo que es importante plantear estos asuntos en el Foro Social porque diferentes sectores de trabajadores excluidos enfrentan muchos desafíos comunes.

"La exclusión laboral tiene sus raíces en la esclavitud. Por lo tanto, para nosotros es una obligación de justicia moral, económica y racial romper la cadena de esa historia y crear un marco en el que el derecho a organizarse sea un derecho fundamental", expresó Jackson.

En 2008, representantes de seis organizaciones de la sociedad civil se reunieron para elaborar una respuesta a la crisis de los trabajadores excluidos, dijo Jackson.

En esa oportunidad se lanzó el IAD, para garantizar que sus bases, históricamente marginadas, se unieran por el cambio social, agregó.

Jackson y las principales organizaciones sindicales o bien han sido reticentes o bien no han pensado que fuera redituable incluir en su movimiento a los trabajadores excluidos.

El 1 de este mes, el Senado del estado de Nueva York fue el primero en Estados Unidos en aprobar un proyecto de ley de Derechos de las Trabajadoras Domésticas, con 33 votos a favor y 28 en contra.

El mismo incluye vacaciones pagas, días libres por enfermedad y periodos de descanso para las trabajadoras domésticas, así como el pago de horas extra.

En el marco de esa legislación, a una trabajadora doméstica le corresponderá ser notificada de su despido con 14 días de anticipación, además del pago de una indemnización.

La Asamblea estadual aprobó el año pasado legislación similar que, cuando sea firmada por el gobernador David Paterson, será la primera protección para las trabajadoras domésticas en Estados Unidos.

"Es realmente emocionante tener tantos trabajadores diferentes hablando sobre sus preocupaciones y sus luchas. Ésta es una oportunidad para que el movimiento se una y para lograr una colaboración mayor", dijo Mackenzie Baris, de la filial Washington DC de Jobs with Justice.

Jaribu Hill, del Centro de Trabajadores de Mississippi para los Derechos Humanos, opinó que la campaña de reconocimiento a los trabajadores excluidos es un buen comienzo, pero que se necesita una mayor representación de la fuerza laboral de raza negra.

Guillermina Castellanos, del comité directivo de la Red Internacional de Trabajadoras Domésticas, dijo que ya es tiempo de que se escuche a este sector.

"Hemos estado en las sombras durante mucho tiempo. Hemos enfrentando abusos sexuales, verbales y de todas clases. Tenemos que reconocer que el trabajo doméstico es trabajo decente, pero que nunca fue valorado desde la esclavitud", declaró.

Se estima que en Estados Unidos hay 2,5 millones de trabajadoras domésticas, que se desempeñan como niñeras, limpiadoras y cuidando a ancianos. Por esto, es tiempo de que el gobierno federal aborde sus preocupaciones, dijo Castellanos.

El objetivo de participar en el foro es unirse y organizarse para ganar, agregó.

"En el Foro Social de Estados Unidos hay mucha energía. Es importante que estemos aquí para poner fin a la esclavitud", enfatizó Castellanos.

El informe "Organising with Love: Lessons from the New York Domestic Workers Bill of Rights Campaign" ("Organizándose con amor: Lecciones de la Campaña por el Proyecto de ley sobre Derechos de las Trabajadoras Domésticas de Nueva York"), le atribuye la aprobación de protecciones para este sector al gobierno demócrata de ese estado.

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