Gaza pierde su salvavidas subterráneo

Túneles subterráneos destruidos del lado egipcio de la frontera con Gaza. Crédito: Khaled Alashqar/IPS.

La frontera entre Egipto y la franja de Gaza solía bullir de actividad hasta hace pocos meses. Comerciantes hacían ingresar una serie de mercaderías egipcias, desde alimentos hasta materias primas, a través de cientos de túneles.

Pero estas estructuras subterráneas, ubicadas a 40 kilómetros de la ciudad de Gaza, entre la palestina Rafah y el Sinaí en Egipto, han quedado en silencio.

La situación se bloqueó tras la llegada de las Fuerzas Armadas al poder en Egipto. El palestino Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás, por su acrónimo árabe), que gobierna en Gaza, era aliado del derrocado presidente egipcio Mohammad Morsi (junio 2012-julio 2013).

Calificando a los túneles como una amenaza a la seguridad, los militares egipcios lanzaron una campaña sistemática contra los conductos, destruyéndolos junto con las casas bajo las cuales habían sido construidos a su lado de la frontera.

A los 1,7 millones de habitantes de Gaza, la clausura de los túneles les ha quitado un salvavidas. Miles de operadores de los túneles, así como comerciantes y trabajadores, se han visto muy perjudicados.

[related_articles]“Nunca antes enfrentamos esta clase de presión del ejército egipcio, y parece que las cosas van a empeorar”, dijo Abu Nabil, un habitante de la franja que se identificó apenas con su apodo por motivos de seguridad. Él operaba un túnel del lado palestino desde 2007.

Más de 90 por ciento de los pasajes, la mayoría de los cuales eran operados por privados, fueron destruidos por las Fuerzas Armadas egipcias, lo que paralizó por completo el comercio que se efectuaba por esa vía, señaló a IPS.

Nabil empleaba a 20 trabajadores en su túnel. Ellos transportaban mercaderías, suministros alimentarios, equipamiento electrónico y material para la construcción desde Egipto a Gaza. Ahora, unos 20.000 trabajadores que operaban en los conductos subterráneos quedaron desocupados.

El área de los túneles se extiende por más de ocho kilómetros a lo largo de la frontera. No está abierta al público, excepto con el permiso de Hamás, cuyas fuerzas de seguridad la vigilan desde el lado palestino.

El ejército egipcio ha establecido una zona de exclusión de 500 metros a lo largo de la frontera e instalado puestos de control de seguridad, pero los operadores intentan hallar una solución. Nabil trata de extender la longitud de su túnel para poder eludir la zona de exclusión.

Pero es probable que los problemas persistan, pues para las autoridades egipcias el comercio a través de los túneles es ilegal.

“Los túneles se usan para contrabandear insurgentes y grupos radicales que amenazan la seguridad nacional egipcia. Deberían ser destruidos”, dijo a IPS el coronel Ahmed Mohammad,  portavoz militar de Egipto.

El Cairo también destaca que las mercaderías ingresadas a Gaza a través de los túneles no tienen ningún sello legal, ni pagan impuestos.

Pero en Gaza la historia es diferente. Allí, el gobierno de Hamás reconoce el comercio a través de estos pasajes subterráneos.

Alaa Alrafati, ministro de Economía en la franja, dijo a IPS que el cierre de los túneles hace perder 230 millones de dólares cada mes y asfixia a alrededor de 1.000 fábricas y unidades industriales que dependían de las materias primas que llegaban a través de esos conductos.

Es necesario que las autoridades de Egipto y de Gaza lleguen a un entendimiento, planteó Alrafati.

“El gobierno de Gaza está preparado para clausurar todos los túneles del lado palestino si se puede habilitar una ruta oficial alternativa con Egipto para abordar la necesidad que la franja tiene de productos comerciales y material para la construcción”, dijo.

Aseguró además que los líderes del gobierno de Hamás “están interesados en desarrollar relaciones con Egipto”.

Los túneles florecieron porque estaban libres de restricciones y representaban una manera de eludir el sitio israelí contra Gaza. Algunos estudios señalan que el comercio por estas vías representaba 1.000 millones de dólares al año.

[pullquote]3[/pullquote]Sameer Abu-Mdalla, decano de la Facultad de Economía en la Universidad Al Azhar de Gaza, dijo a IPS que antes de 2006 había un total de 60 túneles, pero que tras el bloqueo impuesto por Israel en 2007 y con el cierre de los cruces de frontera, la cantidad se disparó a unos 1.000.

Los pasadizos ayudaron a satisfacer 60 por ciento de las necesidades de materias primas y otros productos en Gaza, señaló.

Abu-Mdalla dijo que la destrucción de los túneles puede hacer aumentar el desempleo en la franja.

A su juicio,  las autoridades de Hamás legitimaron el comercio a través de los túneles e introdujeron normas e impuestos. De ahí que 15 por ciento del presupuesto del gobierno procediera de los túneles y otras fuentes relacionadas.

Sin embargo, también destacó algunos aspectos negativos.

“Por ejemplo, los túneles no generaron desarrollo en Gaza, y condujeron al surgimiento de unos 800 millonarios que usaron los ingresos derivados de la operación de túneles para lavar dinero”, dijo Abu-Mdalla.

Estas estructuras subterráneas fueron también un conducto para que grupos insurgentes palestinos contrabandearan hacia Gaza armas que serían usadas contra Israel. Además, se presume que junto con ellas se hacía ingresar drogas ilegales a la pequeña y superpoblada franja palestina.

Con el cierre de los túneles, los más perjudicados son los habitantes comunes de Gaza. Ya sea por la pobreza, el desempleo o el aislamiento, la medida empeoró drásticamente sus vidas.

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