Cuba comienza a desatar nudos salariales

Estudiantes de la facultad de ciencias médicas del Hospital Docente Calixto García caminan por una calle de La Habana, el día que se anunciaron los aumentos salariales para su sector. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

El aumento de los sueldos en el sistema de la salud de Cuba oxigena al estratégico sector, cuyos servicios en el exterior se prevé que aporten este año 8.400 millones de dólares, aunque mantiene muy abierta la brecha entre las remuneraciones y el costo de la vida.

Quizás por eso, las primeras reacciones al anuncio oficial del viernes 21 sobre los nuevos estipendios fueron a favor de que la medida se generalice a otros sectores. Ciudadanos consultados por IPS  añadieron que esperan que el incremento se traduzca en una mejor atención sanitaria, que en este país de 11,2 millones de habitantes es gratuita.

“Tal vez tendremos mejores servicios de salud”, dijo una contadora de 50 años bajo anonimato. “Este sector se va a privilegiar y el resto seguirá con salarios míseros. Habrá una desigualdad muy grande y no se cumplirá eso de que a mayor capacidad, mayor salario, porque en general habrá personas muy capaces ganando muy poco”, agregó.

Otra mujer de 60 años, que esperaba ser atendida en un centro policlínico de La Habana, calificó como “bueno” que aumenten los sueldos de quienes “nos atienden, tienen que pasar malas noches y ganan muy poco”. “Ojala que con el tiempo se aumente a todo el mundo, inclusive a los jubilados”, afirmó, aunque dudó que ocurra a corto plazo.

El incremento salarial para los más de 440.000 trabajadores de la salud entrará en vigor en junio y beneficiará mayormente a los médicos, estomatólogos y profesionales de la enfermería.

Pero el rezago en las remuneraciones es tan elevado que los salarios van a permanecer bajos pese a un alza porcentualmente muy significativa.

Un médico con dos especialidades pasará a ganar 1.600 pesos (64 dólares), 973 pesos más (39 dólares) que actualmente, mientras que el profesional de enfermería percibirá 594 pesos (24 dólares), 275 pesos (11 dólares) por encima de ahora.

El aumento lo aprobó el miércoles 19 el Consejo de Ministros, encabezado por el presidente Raúl Castro,  y también duplica la remuneración del trabajo nocturno para los médicos y demás trabajadores del sector.

Quienes trabajan en misiones médicas en el exterior preservarán su plaza y salario al retorno y durante su ausencia recibirán la parte que se les remunera dentro del país  en CUC, la divisa de circulación legal en Cuba.

Más de 50.000 profesionales de la salud integran misiones en 66 países, según los últimos datos del Ministerio de Salud. El más nuevo destino es Brasil, donde 11.430 médicos cubanos atienden a comunidades apartadas, por un acuerdo entre los dos países que se activó en agosto de 2013. 

Tras deserciones y reclamaciones sobre la remuneración de los médicos cubanos, las autoridades brasileñas informaron en febrero que Cuba aceptó elevar sus sueldos de 400 a 1.125 dólares mensuales, desde marzo. [related_articles]

Informes desde Brasilia, no confirmados por La Habana, sitúan en unos 4.255,3 dólares mensuales el monto que paga el país contratante por cada profesional cubano. 

Dentro de la reformas para “actualizar” el modelo económico, aprobado por el gobernante Partido Comunista Cubano en 2011, el sector de la salud se sometió a una reestructuración que incluyó la reducción de personal y la expansión de la comercialización de los servicios médicos, dentro y fuera del país. 

El alza salarial pretende dar estabilidad al sector, mejorar la atención a la población  y cumplir los compromisos internacionales.

Algunas de las personas consultadas se mostraron temerosas de que para pagar este costo, se suban los precios de los alimentos, ya muy altos.

“Puedo ganar mucho, pero si mañana me dicen que todo se encareció un poco más, voy a sentir que para mi bolsillo todo sigue igual”, comentó a IPS la especialista en psicología de la salud Ivón Rodríguez, con 30 años en el área.

 “También hay que esperar otros cambios, como la anunciada unificación de la moneda”, consideró.

 En Cuba circula el peso, la moneda nacional, y el CUC, que opera como divisa. Con el peso se pagan los salarios, prestaciones sociales y jubilaciones, así como  las tarifas subsidiadas por servicios de agua, electricidad, gas y teléfono. 

Según economistas, el hogar medio cubano, de cuatro personas,  gasta entre 59 y 74 por ciento de sus ingresos en alimentos.

La familia cubana debe recurrir sistemáticamente a tiendas que operan en CUC y a ferias agrícolas, para completar las necesidades alimentarias que no cubre la cartilla de productos subsidiados y racionados.  La libreta abastece de ciertas cantidades de azúcar, arroz, frijoles, pastas, huevos, pan o magras porciones mensuales de pollo u otra carne.

El presidente ha reconocido varias veces la precariedad de los salarios, pero advierte que es imposible elevar las remuneraciones sin incrementar antes los bienes y servicios, así como sin mejorar la productividad y eficiencia laboral.

El alza de las remuneraciones es también tema recurrente de la Central de Trabajadores  de Cuba (CTC), y en su último congreso, en febrero, abundaron las demandas de aumento salarial.

“Los problemas del salario se identifican como el principal obstáculo para el incremento de la productividad y la eficiencia”, alertó el secretario general de la CTC, Ulises Guilarte, en ese congreso. También se señalan “como causa de desmotivación, apatía y desinterés por el trabajo”, destacó.

El salario medio mensual está en unos 466 pesos (18 dólares), según los últimos datos oficiales. 

Pero el comunicador Ariel Terrero, especializado en temas económicos, alertó que ese indicador no refleja el sueldo medio real ni el poder adquisitivo cubano.

A su juicio, para medir la capacidad adquisitiva hay que tener en cuenta pagos en CUC que diferentes sectores hacen a sus empleados, como complemento a los salarios en pesos, sobre todo en empresas exportadoras y de turismo.

También son determinantes los ingresos por remesas que reciben los cubanos desde el exterior, recordó Terrero en un análisis para IPS. Esas remesas se sitúan según algunas fuentes en unos 2.000 millones de dólares anuales y según otras en un monto mayor.  

El comunicador consideró muy difícil calcular el costo de la capacidad de compra, por la segmentación del mercado interno en tiendas en CUC y en pesos y las diferencias en los precios, muy altos en los determinados por la oferta y la demanda, e “insignificantes” en los de la cartilla de racionamiento.

“La participación en las remesas y los ingresos en general no es pareja”, destacó Terrero, comentarista habitual en la televisión. Los cambios en el modelo económico “han acentuado las diferencias entre diversos segmentos de consumidores, cada vez más distanciados en sus capacidades de compra”, reconoció.

El aumento salarial en la salud está lejos de cerrar la brecha entre ingresos y costo de la vida para buena parte de la población, aducen los economistas.  Sin embargo, Terrero considera que abre una  “discreta ventana”  a la esperanza de una mejora general de las remuneraciones en un futuro.

Con aportes de Ivet González (La Habana)

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