Deportaciones de Kenia, alimento para Al Shabaab en Somalia

Somalíes deportados de Kenia son recibidos por autoridades de su país. Se calcula que unos 500 somalíes fueron deportados y que 4.000 más están detenidos en Kenia. Crédito: Abdirahman Omar Abdi/IPS

Un operativo de repatriación y deportación de inmigrantes somalíes que Kenia aplica desde abril podría terminar por alimentar las filas del grupo radical islamista Al Shabaab, que está necesitado de combatientes y fondos, advirtieron expertos y fuentes del gobierno en Somalia.

El ministro del Interior y Federalismo de Somalia, Mohamud Moalim Yahye, declaró a IPS que la repatriación precipitada y la deportación colectiva de sus conciudadanos comprometerían   las recientes mejoras a la seguridad que los gobiernos de la región adoptaron contra Al Shabaab, que causó la muerte a 67 personas en un atentado contra el centro comercial keniata Westgate en septiembre.

“La deportación sin planificar ni coordinar de personas, especialmente de los jóvenes, provocará caos y anarquía, ya que no hay recursos para apoyarlos y generarles puestos de trabajo», dijo Yahye a IPS en entrevista telefónica desde Mogadiscio.

El gobierno somalí solicitó a Kenia que suspenda la deportación colectiva de sus ciudadanos, que comenzó a principios de abril, hasta que se implemente un acuerdo tripartito para la repatriación de los refugiados.

El acuerdo, que los dos gobiernos y la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas firmaron en 2013, regula la repatriación de los refugiados somalíes a lo largo de los próximos tres años, pero el pacto solo refiere a una repatriación de tipo voluntaria y organizada.

Somalia, donde el desempleo de los jóvenes entre 14 y 29 años de edad es uno de los más altos del mundo, con una tasa de 67 por ciento, no tiene la capacidad para recibir e integrar a un gran número de refugiados y deportados, sostuvo el ministro Yahye.

En consecuencia, expertos en seguridad, funcionarios y políticos en Mogadiscio y Nairobi expresaron su preocupación de que los deportados y repatriados puedan ser reclutador por Al Shabaab, un grupo vinculado a la red internacional Al Qaeda, que necesita desesperadamente de sangre nueva.

“Estos jóvenes, de sumarse a los insurgentes, serán una ventaja que podría ayudarle al grupo a hacer estragos no sólo en Somalia y Kenia, sino en la mayor parte de África oriental», advirtió Zakariye Yusuf, analista del International Crisis Group, una organización independiente dedicada a prevenir los conflictos armados.

Kenia alberga a más de un millón de refugiados somalíes, la mitad de los cuales son inmigrantes indocumentados, según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior keniano.

En abril, el gobierno de Kenia lanzó la operación Usalama Watch, que puso bajo custodia a más de 4.000 personas –en su gran mayoría refugiados e inmigrantes somalíes – y repatrió a otras 500 a Somalia.

Cientos esperan su deportación, según informó la embajada de Somalia en Kenia. Empleados de líneas aéreas y agencias de viajes señalaron que 7.000 personas más, la mitad de ellos jóvenes, huyeron de Nairobi a Mogadiscio tras comenzar la operación.[related_articles]

Se cree que miles más cruzaron la frontera con Kenia y regresaron a Somalia.

Al Shabaab podría reclutar a estos jóvenes, dado su conocimiento del idioma swahili y de la cultura de la región, para desarrollar actividades terroristas en Kenia y posiblemente otros países de África oriental, manifestó Yusuf.

«Ellos tendrán más facilidad para esconderse, infiltrarse en la sociedad e instalar casas seguras para coordinar sus operaciones que otros que no han vivido en Kenia”, agregó el analista.

Al Shabaab tiene necesidades financieras desde que perdiera su influencia en Mogadiscio y la ciudad portuaria de Kismayo. De hecho, padece escasez de combatientes en los últimos tres años porque cientos de sus hombres murieron, huyeron del país o se pasaron a las filas del gobierno, que les prometió una amnistía, protección y un futuro mejor.

“Estos jóvenes antes tenían una pequeña empresa o trabajaban como vendedores en tiendas de Nairobi, pero sus vidas fueron interrumpidas por la represión y la deportación”, dijo Abdiwahab Sheikh Abdisamad, un especialista en el Cuerno de África de la Universidad de Kenyatta.

“Ahora están de vuelta en su país, desesperados por hacer lo que puedan para ganarse la vida. Ese es el tipo de reclutas que busca Al Shabaab”, afirmó.

El experto opinó que el grupo tiene los días contados.

«La repatriación o deportación de personas, especialmente de los hombres jóvenes, a Somalia equivale sencillamente a darle un salvavidas a Al Shabaab, que tiene un historial de reclutamiento forzado de personas, en un momento crucial», dijo Abdisamad.

Explicó que los retornados se unirían a la guerrilla para ganar un sueldo con el que puedan mantener a sus familias o por venganza, porque se sienten humillados y maltratados por Kenia.

Las deportaciones generan una situación que permitirá a Al Shabaab reclutar combatientes jóvenes y a bajo costo, sostuvo Abdisamad.

“Cuando el tema del terrorismo se maneja mal tiene muchas repercusiones. Eso es algo que los guerrilleros querían y esperaban desde hace años. En consecuencia, no mejoró nada en términos de seguridad desde que se lanzó la operación”, señaló.

De hecho, un comandante de Al Shabaab, Fuad Mohamed Khalaf, dijo este mes que el grupo armado trasladaría la guerra a la vecina Kenia, y amenazó con enviar terroristas suicidas adolescentes a Nairobi.

Khalaf instó a los musulmanes kenianos a luchar contra su gobierno como represalia por sus “hermanos musulmanes” muertos en Kenia y Somalia.

Abdisamad señaló que la operación Usalama Watch, afectada por la falta de una estrategia clara de lucha contra el terrorismo, los abusos y la intimidación de las fuerzas de seguridad kenianas, es contraproducente y es la vía perfecta para el reclutamiento de Al Shabaab.

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