Legisladores de India despiertan ante el cambio climático

Un agricultor indio señala a su modesta parcela, que ya no produce lo suficiente para alimentar a su familia. Crédito: Sujoy Dhar/IPS

Ramanjareyulu, un agricultor de 55 años del estado de Andhra Pradesh, en el sur de India, lucha por recuperarse desde que la escasez de lluvias asestó un duro golpe a su cosecha de maní y guandú, una legumbre que crece principalmente en este país.

Antes, la pequeña parcela le alcanzaba a Ramanjareyulu para mantener a su familia de cinco personas, pero ahora el agricultor se encuentra en la pobreza extrema y considera la posibilidad de sumarse al éxodo de campesinos que se marchan a grandes ciudades como Bangalore, Chennai e Hyderabad, con la esperanza de encontrar trabajo como obreros no especializados.

«No sé por qué la naturaleza es tan cruel con nosotros”, se lamentó el pequeño productor, en diálogo con IPS.

La respuesta a esa pregunta yace en el cambio climático, asegura Y.V. Reddy Malla, director del centro ecologista Acción Fraterna, con sede en Bangalore, que trabaja con los agricultores de la zona.

“Los agricultores se encuentran en graves apuros”, dijo a IPS. “De unos 700.000 productores en Anantapur”, el mayor distrito de Andhra Pradesh, “500.000 pasan por esta situación debido a la drástica reducción en el número de días de lluvia al año”, explicó.[pullquote]3[/pullquote]

En toda India, similares señales de advertencia indican que el país va por una trayectoria peligrosa. Los extremos del clima le pasaron factura a India, con la desaparición paulatina de Sundarbans, el mayor bosque de manglar del mundo, situado en la bahía de Bengala.

Grandes extensiones de tierras agrícolas resecas en el sur, oeste y norte del país, y la difícil situación de los habitantes del estado himalayo de Uttarakhand, golpeado por los desastres naturales.

Las emisiones de carbono crecieron 7,7 por ciento en 2012, y las de CO2 procedentes de las centrales de carbón se dispararon un 10,2 por ciento ese año. El país parece estar contribuyendo con su propia desaparición.

Pero lo “peor está por venir”, advierte un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que concluyó que la producción de trigo en la fértil llanura indo-gangética –un territorio que India comparte con Bangladesh, Nepal y Pakistán – corre el riesgo de sufrir una reducción importante.

Actualmente, la zona produce 90 millones de toneladas del grano al año, lo que representa casi 15 por ciento de la producción mundial de trigo, pero las proyecciones indican una disminución de casi 51 por ciento en las áreas de mayor producción debido al aumento de la temperatura.

Ese escenario podría ser desastroso para los aproximadamente 200 millones de habitantes de las llanuras, cuya ingesta de alimentos depende de las cosechas, según los expertos.

India integra la lista de 27 países “más vulnerables” a la suba del nivel del mar provocada por el recalentamiento global.

Según el estatal organismo Estudio Geológico de India, la suba de un metro en el nivel del mar inundaría unos 1.000 kilómetros cuadrados del delta de Sundarbans, un parque nacional.

Casi la mitad de las 102 islas que comprenden la reserva de biosfera protegida por la Organización de las Naciones Unidas quedaron inhabitables debido a la elevación de los mares y la erosión costera producida en las últimas cuatro décadas.

Alrededor de una quinta parte de la parte austral del delta, donde se encuentra el centro de una gran reserva de tigres, ya está sumergida. Al ritmo actual de la erosión, los científicos pronostican una pérdida de 15 por ciento de tierras agrícolas y de 250 kilómetros cuadrados del parque nacional.

El aumento de la salinidad de la tierra devastó la producción agrícola y convirtió a miles de personas en refugiados climáticos.

Otra señal de advertencia para India fue la tragedia del estado de Uttarakhand en 2013, cuando aguaceros y fugas de los glaciares generaron inundaciones que arrasaron con miles de peregrinos y turistas, en lo que científicos llamaron el “tsunami del Himalaya”.

La legislación internacional

En este contexto, legisladores de India se encuentran entre los más de 500 delegados reunidos en Ciudad de México para participar desde este viernes 6 al domingo 8 de la segunda cumbre mundial de la Organización Global de Legisladores para el Equilibrio Ambiental (GLOBE International), con el fin de redactar un acuerdo climático centrado en la legislación nacional.

Según Pranav Chandan Sinha, director de GLOBE India, la gente de este país está despertando a la realidad del cambio climático, lo cual presiona al gobierno para buscar el equilibrio entre el desarrollo y la protección ambiental.

Sinha comentó a IPS que es probable que el nuevo gobierno -liderado por el primer ministro Narendra Modi, del nacionalista Partido Bharatiya Janata (BJP), que tiene una mayoría absoluta en el Parlamento- persiga objetivos de desarrollo sostenible, en consonancia con el énfasis de GLOBE International a la importancia de la contabilidad de la riqueza, la valoración de los servicios ecosistémicos y las reformas legislativas.

Desde el desastre de Uttarakhand, por ejemplo, GLOBE India dialogó con legisladores de varios estados, en especial del norte del país, sobre la necesidad de aprobar reformas legislativas y combinar esfuerzos para combatir el cambio climático.

El propósito de foros como la cumbre de México “no es solo educar sino desmitificar las negociaciones internacionales sobre el medio ambiente, la sostenibilidad y el cambio climático y comunicarlas a nivel nacional y estatal”, declaró a IPS Jayanat Chaudhary, ex legislador y fundador de GLOBE India.

Estas reuniones no aspiran a lograr acciones vinculantes pero sirven para informar a los legisladores, quienes pueden presionar a sus respectivos gobiernos para que adopten una posición más sólida en temas como las metas en materia de emisiones contaminantes, explicó Chandra Bhusan, subdirector general del Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente, la organización ecologista más influyente de India, con sede en Nueva Delhi.

Bhusan afirma que India tiene que ajustarse a varios desafíos en el frente del cambio climático, en particular debido a la centralización del poder que obstaculiza la acción a nivel local.

«Un desafío es la adaptación en sí”, dijo a IPS. “¿Cómo nos adaptamos a desastres como las inundaciones súbitas de Uttarakhand, a la sequía, a las lluvias fuera de estación, a los numerosos ciclones, todos ellos sucedidos en 2013 y este año? Este ha sido un período de clima extremo y tenemos que adaptarnos a la variabilidad”, afirmó.

«También existe un desafío energético. Unos 800 millones de personas en India todavía cocinan con estiércol de vaca y estufas de leña. Necesitamos energía limpia para todos y no podemos decir que no vamos a hacer nada”, añadió Bhusan.

Pero el pronóstico no es totalmente sombrío, ya que varios gobiernos locales dieron algunos pasos positivos hacia la rendición de cuentas y la sostenibilidad.

Uttarakhand, por ejemplo, se convirtió en el primer estado en medir su producto ambiental bruto. Se trata de un indicador de la salud de los recursos naturales del estado, que se publicarán anualmente junto con las cifras de su producto interno bruto.

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