Yemen, una nueva crisis humanitaria para la ONU

El 14 de abril el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 2216, que impuso sanciones a las personas que socavan la estabilidad de Yemen. Jaled Hussein Mohamed Alyemany (al centro), embajador yemení ante la ONU. Foto: Devra Berkowitz/ONU
El 14 de abril el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 2216, que impuso sanciones a las personas que socavan la estabilidad de Yemen. Jaled Hussein Mohamed Alyemany (al centro), embajador yemení ante la ONU. Foto: Devra Berkowitz/ONU

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), que brinda ayuda humanitaria a más de 50 millones de refugiados en el mundo, debe lidiar ahora con la mortandad y la destrucción que provoca el conflicto armado en Yemen.

«El devastador conflicto en Yemen tiene lugar contra el telón de fondo de una crisis humanitaria existente que ya era una de las mayores y más complejas del mundo», declaró el Coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU, Johannes Van Der Klaauw, en un llamado urgente para recaudar 274 millones de dólares de ayuda internacional destinada a unos 7,5 millones de personas afectadas por el conflicto cada vez más intenso.[pullquote]3[/pullquote]

«Miles de familias huyeron de sus hogares como consecuencia de los combates y los ataques aéreos. Familias comunes y corrientes luchan para acceder a la atención sanitaria, el agua, los alimentos y el  combustible, requisitos básicos para su supervivencia», advirtió el funcionario el viernes 17.

IPS le preguntó a Jens Laerke, el portavoz en Ginebra de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios  (OCHA, en inglés), acerca de la gravedad de la crisis en relación con la catástrofe humanitaria en Siria, donde más de 220.000 personas murieron a raíz de la guerra civil, que cumplió cuatro años en marzo.

«Nosotros no tendemos a comparar las crisis. Acabamos de lanzar el llamado de emergencia (por 274 millones de dólares) y esperamos que la respuesta sea generosa», respondió.

“No hay, que yo sepa, planes actuales para celebrar una conferencia de donantes humanitaria para Yemen», añadió.

El 31 de marzo, una conferencia de donantes de la ONU para recaudar ayuda humanitaria para Siria, organizada por el gobierno de Kuwait, reunió más de 3.800 millones de dólares.

Pero la ONU sigue solicitando más fondos para Siria, con el fin de llegar a la meta de 8.400 millones de dólares donados para fines de 2015.

Según el foro mundial, el conflicto en Yemen, donde fuerzas rebeldes derrocaron al gobierno del presidente Mansur Hadi Abdrabbuh en enero, se intensificó considerablemente en marzo, extendiéndose a muchas partes del país. Los ataques aéreos afectaron a 18 de las 22 gobernaciones del territorio. En el sur, los combates se agravaron, sobre todo en Aden, donde la lucha continúa, incluso en los barrios residenciales.

«Hospitales, escuelas, aeropuertos y mezquitas fueron dañados y destruidos en todo el país y hay denuncias de graves violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario», declaró la ONU.

El conflicto ha dejado un saldo de 731 personas muertas y 2.754 lesionadas, entre ellos un gran número de civiles.

La inseguridad alimentaria  ahora afecta a 12 millones de personas, casi la mitad de los 25 millones de habitantes. Al menos 150.000 personas fueron desplazadas de sus hogares por la violencia. Los precios de los alimentos subieron más de 40 por ciento en algunos lugares, y los del combustible se cuadruplicaron.

La falta de combustible y de electricidad provocó el corte de los servicios básicos de agua y saneamiento, según los últimos datos de la OCHA.

«La comunidad humanitaria en Yemen sigue funcionando y prestando asistencia, incluso a través del personal yemení y socios nacionales. Pero para incrementar la asistencia, necesitamos con urgencia recursos adicionales. Insto a los donantes a actuar ahora en apoyo del pueblo de Yemen en este momento de gran necesidad”, exhortó Van Der Klaauw.

Entre las necesidades más urgentes se encuentran suministros médicos, agua potable, protección, asistencia alimentaria, refugios de emergencia y apoyo logístico, explicó.

“Obviamente, para que la ayuda humanitaria ingrese de manera segura, necesitamos una pausa y necesitamos poner fin a la violencia”, destacó el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.[related_articles]

En conversación con los medios de comunicación dijo que el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia, el Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones lograron que ingresaran sus aviones. Pero agregó que es muy difícil lograr eso en una zona de combate.

«Vamos a seguir haciendo lo que podamos y llevar ayuda para aliviar el sufrimiento de la gente de Yemen», aseguró.

«Lo que es obviamente fundamental para permitir que nuestros colegas humanitarios y nuestros socios humanitarios hagan su labor es que todas las partes involucradas… cesen la violencia y creen una atmósfera, no solo para que puedan volver a la mesa política, sino también para permitir el ingreso de la ayuda humanitaria», agregó el portavoz de la ONU.

Una coalición de países árabes, encabezada por la vecina Arabia Saudita, continúa con sus ataques aéreos en Yemen.

A mediados de este mes, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución, por 14 votos a favor y la abstención de Rusia, para imponer un embargo de armas y material conexos a las fuerzas rebeldes, principalmente a los chiíes hutíes.

El Consejo de Seguridad exigió que todas las partes en conflicto, en particular los hutíes, cesen la violencia de inmediato y sin condiciones y se abstengan de adoptar más medidas unilaterales que amenacen la transición política.

La resolución también exigió que los hutíes se retiren de todas las zonas que tomaron durante el conflicto, renuncien a las armas incautadas a las fuerzas armadas y de seguridad yemeníes, desistan de todas las acciones que corresponden exclusivamente a la autoridad del gobierno legítimo de Yemen y apliquen plenamente las resoluciones anteriores del Consejo .

Mientras tanto, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid al Hussein, pidió a las partes en conflicto que aseguren la rápida investigación de los ataques que provocan víctimas civiles y que se respeten escrupulosamente los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

El Alto Comisionado también advirtió que todo ataque intencional contra civiles que no participen directamente en las hostilidades constituye un crimen de guerra.

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

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