Medio rural africano necesita empleos para retener a la juventud

El director de la Nepad, Ibrahim Assane Mayaki, responde a los medios de comunicación en el Segundo Foro de Desarrollo Rural Africano en Yaundé, Camerún. Crédito: Charles Mkoka / IPS
El director de la Nepad, Ibrahim Assane Mayaki, responde a los medios de comunicación en el Segundo Foro de Desarrollo Rural Africano en Yaundé, Camerún. Crédito: Charles Mkoka / IPS

El Segundo Foro de Desarrollo Rural Africano llamó a facultar económicamente a la juventud de este continente rico en recursos, ya que muchos jóvenes emigran a Europa, entre otros lugares, en circunstancias de gran riesgo.

Durante la conferencia de dos días, que concluyó el viernes 9 en la capital camerunesa, Estherine Fotabong, la directora de programas, aplicación y comunicación de la Nueva Asociación para el Desarrollo de África (Nepad) – el cuerpo técnico de la Unión Africana – recordó a los delegados que el elevado crecimiento económico de África no se reflejó en el empleo ni en la reducción de la pobreza de los jóvenes o el medio rural.[pullquote]3[/pullquote]

Fotabong observó que la lucha de África contra la pobreza, el hambre y el desempleo se ganará o perderá en el ámbito rural, y agregó que ese es el marco de la estrategia de transformación rural para todo el continente.

«Esta es la experiencia de todas las naciones de riqueza nueva… Sin un mercado interno en crecimiento, en función del constante crecimiento de la población rural y urbana cuyo ingreso está creciendo, entonces es difícil escapar a la pobreza estructural mediante una economía orientada hacia el exterior”, sostuvo Fotabong en la conferencia celebrada en el hotel Hilton de Yaundé.

África se desvió de los procesos comunes de transformación estructural al experimentar urbanización sin generar empleos en el sector industrial, añadió.

Normalmente, la urbanización debería ser una consecuencia del crecimiento económico. El desempleo y la pobreza son de carácter estructural, no pasajeros, y eso no se corrige por su cuenta. Existe la necesidad de «grandes intervenciones políticas”, subrayó.

El director de la Nepad, Ibrahim Assane Mayaki, coincide con esa opinión. «La consecución de las aspiraciones y metas de la Agenda 2063 africana en gran medida depende de la transformación de las zonas rurales», dijo a los delegados presentes.

Una mesa redonda de alto nivel moderada por Mayaki se concentró en el crecimiento demográfico, la presión sobre los recursos naturales, la creación de empleos y la diversificación económica en las zonas rurales.

El secretario general de Ganadería del Ministerio de Ganadería, Pesca e Industrias Animales de Camerún, Jaji Manu Taiga, dijo que el gobierno inyectó 100 millones de dólares en su ministerio para revitalizar al sector rural. También se está desarrollando la capacidad de los jóvenes en el sector pesquero.

«Insto a los cameruneses que están en la diáspora que… invierten su dinero en hoteles y apartamentos a que vuelvan y consideren invertir en la agricultura y el desarrollo rural», destacó Taiga.

Ananga Messina Clémentine, la ministra camerunesa de desarrollo rural, pronosticó la creación de riqueza generada a partir de la agroindustria en un ambicioso plan por el cual más de 5.000 jóvenes son capacitados en desarrollo empresarial. Afirmó que existe un mercado seguro para las materias primas agrícolas ya que Camerún está rodeado de países productores de petróleo.

«Es hora de que hagamos que la agricultura sea atractiva, que capacitemos y sensibilicemos a todos los grupos demográficos, más allá del género, para que sepan que es rentable. Deben conocer cuestiones relacionadas con el análisis de mercado, las opciones de dónde vender sus productos y generar el espíritu de iniciativa empresarial», manifestó.

Clémentine añadió que, para que los productos agrícolas sean competitivos en el mercado, es necesario mejorar el valor añadido y utilizar tecnologías de la información en busca de un acceso más diverso a los mercados.

También destacó que las pérdidas posteriores a la cosecha, actualmente en el orden de 40 por ciento, deben reducirse a niveles manejables, especialmente en cultivos como la yuca y los cereales. La ministra exhortó a las mujeres africanas a participar activamente en esas actividades.

Philomena Chege, directora adjunta del Ministerio de Agricultura de Kenia, sugirió que ya es hora de considerar el paso de la agricultura de subsistencia a la mecanización para asegurar una alta productividad y la gestión del tiempo por parte de los jóvenes.

Atim Taniform, coordinadora de la Fundación Educativa Memorial Auténtica, mencionó el tema de los derechos de las mujeres sobre la propiedad de la tierra, ya que solo se les permite su usufructo y no su propiedad.

«Existe preferencia por los varones sobre las mujeres cuando se trata de la propiedad de la tierra, que resulta en la marginación de las mujeres jóvenes. Pero también hay problemas en cuanto al capital inicial para los jóvenes», señaló.[related_articles]

Koffi Amegbeto, el funcionario superior de políticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para África occidental, dijo a IPS que entre las intervenciones que su oficina implementa está el apoyo a la formulación y aplicación de políticas, estrategias y programas que generen empleo rural digno, especialmente para los jóvenes y las mujeres del medio rural.

«En el bienio 2014-2015 se brindó apoyo efectivo a más de 20 países. En particular, la FAO ayuda a los gobiernos en el desarrollo de asociaciones público-privadas eficaces que propicien la inclusión de los jóvenes en la agricultura y en el diseño de metodologías favorables a los jóvenes, y que sean climáticamente inteligentes para la educación y la formación técnica y profesional”, explicó Amegbeto.

Gracias al Fondo Fiduciario de Solidaridad Africana, agregó, la FAO puso en marcha programas para varios países destinados al empleo juvenil en África oriental y occidental, mientras que otro programa está dirigido a apoyar el programa de Futuros Rurales de la Nepad.

La FAO también proporciona asesoramiento sobre políticas, desarrollo de capacidades y asistencia técnica para ampliar la aplicación de las normas internacionales laborales en las zonas rurales, añadió Amegbeto.

«Las principales áreas de interés han sido la prevención del trabajo infantil en la agricultura, y la seguridad y la salud laborales. Cuatro países – Camboya, Malawi, Níger y Tanzania – recibieron apoyo con programas para prevenir el trabajo infantil en la agricultura, con importantes resultados en términos de sensibilización y de reforzar las capacidades institucionales», según el funcionario.

Además, la FAO brinda apoyo para mejorar los sistemas de información y los conocimientos sobre el empleo rural digno a nivel nacional, regional y global, destacó.

En el período 2014-2015, la FAO puso en marcha el Programa de Empleo Juvenil en la Agricultura en Nigeria, acompañó al Ministerio de la Juventud, Empleo y Promoción de los Valores Cívicos de Senegal en el desarrollo de una política nacional de empleo juvenil rural, y realizó una evaluación de la cadena de valor centrada en la juventud en Etiopía y formación en aptitudes empresariales de jóvenes vulnerables en Malí y Zambia, indicó Amegbeto.

Traducido por Álvaro Queiruga

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe